Disputaron un intenso partido amistoso, compartieron frugales viandas y grabaron un villancico cuya letra quedará para los anales de la Escuela
El pasado sábado, 21 de diciembre, los entrenadores de la Escuela Deportiva Moratalaz llevaron a cabo una jornada de confraternización que comenzó con un partido amistoso, siguió con una degustación de raciones en el bar de la Escuela y finalizó con la grabación del estribillo para un original y gracioso villancico.
El partido, que parecía amistoso para unos y oficial para otros, enfrentó a los amigos de Jorge Vallejo y a los de Jesús Gutiérrez. Y como siempre sucede en este tipo de afables encuentros, el resultado es lo de menos. Pero a fe de ser exactos, los hombres de Guti, dirigidos desde la banda por Alfonso Berenguer, lograron una clara victoria, al conformar el director Deportivo un equipo con mucha más calidad técnica, velocidad y entrega, y mucho menos años, que el plantel de Jorge, en el que Fran Morillas intentó hacer lo que pudo con la banda que le tocó en ristre, mucho más dada al arte, la juerga y la galería. Y además, la ausencia de última hora por lesión del director general dejó huérfano a un plantel anárquico y a su vez genial, más dado a los túneles y taconazos que al toque y a correr.
Los duendes encerraron a Guti en el vestuario.
El choque comenzó con un intento de los de rojo (los amigos de Jorge), de amilanar a los azules (amigos de Guti), al quedar el responsable deportivo de la Escuela encerrado en el vestuario por no se sabe muy bien que error técnico (la imagen del momento así lo atestigua). Pero una rápida y anticipada acción de Papá Noel permitió al capitán de los azules abandonar la clausura y dirigir a los suyos sobre el césped artificial de La Dehesa de Moratalaz.
Como el encuentro tuvo poca historia, mejor no se lo contamos, y solo decir que el colegiado se mostró enormemente casero, lo que facilitó la victoria del equipo de la Escuela.
Todos disfrutaron de viandas tras el esfuerzo.
Tras el esfuerzo físico, reunión festiva entre los jugadores por un día, sus técnicos y los miembros de la directiva en el bar de la Escuela. Tras degustar raciones varias y mucho Trinarajus, los presentes disfrutaron de un vídeo con un original e hilarante villancico, escrito y cantado por Álvaro Villaba, coordinador de la etapa de iniciación, quien demostró una vez más su creatividad y capacidad vocal. El acto fue aprovechado para grabar el estribillo de esta canción navideña, entonado por las roncas gargantas de entrenadores y directivos. La letra de esta tonadilla quedará para los anales de la Escuela.
Y la jornada de confraternización acabó con fraternales abrazos y deseos de felices fiestas para todos.
