Isidro Zuil, socio nº 1 de la Escuela: “Si pierde el Moratalaz, me enfado; prefiero que gane a que lo haga el Madrid”

Isidro Zuil, socio nº 1 de la Escuela: “Si pierde el Moratalaz, me enfado; prefiero que gane a que lo haga el Madrid”

Isidro Zuil Durán, socio número uno de la Escuela Deportiva Moratalaz

«Seré socio de la Escuela hasta que muera, y si mis hijos quieren seguir mi tradición, mucho mejor»

El seguidor vivo más antiguo de la EDM asegura que antes los aficionados se lo pasaban mucho mejor al viajar con el equipo, pero precisa que hoy en día se ve mejor fútbol, al jugarse en hierba artificial y haber menos violencia en el campo y en la grada 

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Alejandro Posilio 

Este conserje cacereño de 62 años lleva más de 40 siguiendo a los equipos aficionados de la Escuela Deportiva Moratalaz, lo que le convierte en el socio más antiguo y ya con el número 1 en el carné. Llegó a Madrid en 1965 y poco tiempo después, trabajando de camarero, se afilió al por entonces Club Deportivo Moratalaz, pagando 25 pesetas por temporada. Casado y con tres hijos, acude todos los domingos al campo de La Dehesa para disfrutar del fútbol de los equipos aficionados y juveniles de la Escuela. Asegura que los deportes, en general, y el fútbol, en particular, son su hobby favorito. Su experiencia adquirida durante tanto tiempo como aficionado de la EDM le convierte en  una fuente muy estimable de la historia de esta Escuela.

¿Cuándo y cómo se hizo socio de la Escuela Deportiva Moratalaz?

Me hice socio cuando yo trabajaba de camarero en el bar Main, que fue donde tuvo la sede el Club Deportivo Moratalaz prácticamente desde el inicio. No estoy seguro si era el año 1969 o 1970. En aquellos momentos, el club vestía de blanco. Y luego cambió de vestimenta y jugaba de verde.

¿Por qué se hizo socio?

Porque yo trabajaba en el bar y allí siempre estaban los jugadores, entrenadores y directivos. Hicimos amistad y me apunté. Creo que empecé pagando 25 pesetas. El socio número uno en esos momentos era el dueño del bar, que colaboraba con 50 pesetas, que en aquellos momentos era bastante.

¿Cuándo dejó de ser el bar el club social?

No recuerdo la fecha, pero después el club cogió el local que actualmente tiene en la calle Corregidor Juan Francisco de Luján, que actualmente son las oficinas de la Escuela. Luego trasladaron las oficinas al Urbis, donde estuvieron ubicadas varios años, mientras que el local se utilizaba como bar, para tomar algo y echar la partida.

¿Cómo ha visto durante todo este tiempo la evolución de la Escuela?

No hay duda de que ha ido a mejor. Los tiempos aquellos, afortunadamente, no tienen nada que ver con estos. Ahora bien, la gente hoy en día no colabora como lo hacía antes. Antes se participaba bastante más. Y la afición también es bastante distinta ahora.

¿En qué ha cambiado?

Antes íbamos en autocar a ver los partidos, con tu bocallidito, tu choricito, tu tortilla… y lo pasábamos de maravilla. Ahora esto ya no se lleva.  Y eso que en aquella época el primer equipo jugaba en categoría Regional, que es menos que ahora. Más o menos, como la categoría en la que juega ahora el segundo equipo de la Escuela.

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Isidro ejerció de delegado de campo hace muchos años.

¿Cuántos viajaban con el equipo en aquellos años?

El autocar iba prácticamente lleno. Y, además, si la salida no era muy lejos, también había seguidores que viajaban en su coche. Con lo cual, nos juntábamos un buen grupo de amigos.

¿Además de socio, usted colaboraba con el club de alguna otra manera?

Sí, claro. El día que el equipo ascendió a Preferente ejercí de delegado de campo. Yo, antes, tenía un Chrysler, y en él metíamos la cesta de la ropa deportiva que iban a usar los jugadores para llevarla al campo. Estuve bastante tiempo haciendo de delegado y colaborando con  el equipo.

¿Qué significa para usted ahora ser el socio número 1 de la EDM?

Realmente me da igual ser el uno que el tres. Pero sí me da cierta alegría.  He sido durante muchos años el socio número 13 y no ha pasado nada. También he estado bastante tiempo con el número 3.

¿Y ahora participa en los actos que organiza la Escuela?

Hoy tengo menos tiempo que antes, porque tengo horario partido en mi trabajo y apenas puedo colaborar. Pero cuando me jubile, espero poder contribuir en lo que necesite la Escuela.

Con la perspectiva que da la experiencia, ¿cómo ve actualmente a la Escuela?

Antes, el club tenía que vivir de los pocos socios que había y de las rifas y ventas de papeletas. Ahora es Escuela y los niños pagan, con lo cual, me imagino que se sostendrá económicamente gracias a las cuotas que pagan los chavales. Además, creo que es una de las escuelas de la Comunidad de Madrid con más jugadores, con lo cual, se puede disponer de más ingresos.

¿Qué le parece que haya tantos chavales aprendiendo a jugar al fútbol aquí?

Me parece fenomenal, para los chavales, para los padres y para el barrio. Yo tuve un hijo, Javier,  jugando aquí durante un par de años, en juveniles. Pero luego lo dejó. Debió pensar que había que correr mucho.

Que haya tantos chavales en la EDM también significa que mucha gente confía en lo que se hace aquí.

Exactamente, mucha gente confía en el club y en los directivos. Eso es buena señal.

¿Qué le parece el lema de la Escuela: el fútbol, algo más que un juego?

Me parece muy bien. Comparto esa filosofía. No se viene aquí solo a aprender a jugar al fútbol. También se viene a pasarlo bien, distraerse y formarse, que es muy importante. Lo que es una pena es que no salgan más jugadores de aquí que lleguen a los grandes equipos. Eso sería un orgullo para el club y para el barrio. Pero es muy complicado lograrlo.

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Opina que ahora se ve mejor fútbol que antes.

¿Qué piensa del estilo de combinación que se viene instaurando durante los últimos años en todos los equipos de la Escuela?

No me parece algo tan bueno.  A mí no me gusta el fútbol del Barcelona. Al fútbol se juega tocando, pero hay que ir al ataque. Esto es otra cosa que aquí criticamos muchos todos los domingos, cuando los jugadores dan pases hacia atrás. Parece que nuestros porteros no saben sacar hacia adelante. Se toca mucho atrás y en la media, y de ahí muchas veces no se pasa. El fútbol es más bonito al ataque, aunque es más difícil.

¿Pero el fútbol de toque no renuncia al ataque?

Pero si no se llega arriba, no se marcan goles. Este año, el primer equipo va muy bien, aunque el último fin de semana perdió. Pero no pasa nada por eso.

¿Solo ve al primer equipo o también a otros de la Escuela?

Veo a los dos aficionados. Y cómo los domingos vengo antes, también veo a los juveniles. Normalmente nos juntamos aquí varios amigos que llevamos muchos años siguiendo al Moratalaz, aunque los otros creo que no son socios.

¿En general, le gusta cómo juegan los equipos de la Escuela?

Sí, juegan bien. Me gusta que juguemos con chavales jóvenes, porque algunos domingos vemos equipos llenos de adultos que se las saben todas y eso es una desventaja. Estos equipos suelen venir a incordiar, no a jugar al fútbol, pero como tienen mucha experiencia, es difícil ganarlos.

¿Es socio de algún otro equipo?

No, mi único club es el Moratalaz. Soy aficionado del Madrid, pero hoy en día hay que pagar una barbaridad por ser socio de del Real. Sigo al Madrid por televisión, me gusta, pero si pierde, no pasa nada.

¿Y si pierde la ED Moratalaz?

Me enfado. Me gusta más que gane el Moratalaz a que lo haga el Madrid. Si jugará el Moratalaz contra el Madrid, preferiría que ganara el Moratalaz. Las veces que hemos bajado de categoría, lo he llevado muy mal, porque bajar se baja fácilmente, pero subir cuesta mucho. La directiva tiene que darse cuenta de que hay que poner los medios antes de bajar, porque luego es muy complicado subir.

 ¿Cree que algún día la EDM podrá competir algún día de tú a tú con el Madrid, Atlético, Rayo, Getafe…?

No. Porque aquí no hay ni afición ni apoyo social como tienen esos equipos. De ninguna manera. Eso es lo que pienso. Ojalá pudiéramos competir con ellos. Me encantaría, pero ellos eligen y tienen mucho más dinero.

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Afirma que va al Urbis a pasar un buen rato y divertirse.

¿Le gusta más el fútbol de ahora o el de antes, cuando usted se hizo socio del Moratalaz?

Como futbol, me gusta más el de ahora, porque antes se jugaba más al patadón. No como ahora. Hace muchos años, el campo del Urbis, donde juega ahora el Moratalaz, era un barrizal cuando llovía. Y ahora, con la hierba artificial, es como si se jugara en el Bernabéu. Antes no había gradas como ahora. Nos poníamos alrededor del campo para ver el partido. No sé por qué ahora no nos dejan bajar. Cómo socio número uno se lo digo a los directivos para que tomen una solución. Antes, en verano, nos podíamos poner junto a los árboles del fondo, donde hay sombra. Ahora no nos dejan, y eso que seguiríamos estando distanciados del campo. En ese lugar hay sombra y en verano no hace tanto calor.

¿Qué más cosas cambiaría en la Escuela?

Cambiar por cambiar, no. Simplemente que no pasa nada por ver los partidos desde abajo, sobre todo cuando hace frío o viento, que aquí es muy a menudo por la situación del campo. O en verano, poder verlo dese el fondo de los árboles, donde hay sombras. Otra cosa que pediré al presidente cuando le vea es que solicite al Ayuntamiento un paso de cebra en frente del campo, porque cruza mucha gente por ahí y hay peligro de atropellos.  Habría que solicitarlo, aunque su concesión no depende del club. Sería un bien para todos. Y otra cosa, deberían anunciar a la entrada del campo los equipos que juegan ese día. Para saber contra quién nos enfrentamos. No estaría mal que pusieran en el tablón de anuncios el calendario de los aficionados.

¿Aconsejaría a los padres de los jugadores hacerse socio de la Escuela?

Sí, a todos. Sería mejor para el club, porque dispondría de más recursos para mejorar su nivel. Y a lo mejor calmaría a algunos padres, porque hay algunos que se meten con los chavales.

¿Cómo vive usted esas situaciones?

Me parece muy mal. A los jugadores hay que dejarles que jueguen. Y cuando se termina el partido, se acabó todo. Si se gana, se ha ganado, y si se pierde, pues mala suerte y a seguir. Se felicita al contrario y fuera.

Ha tenido que vivir muchos momentos llamativos durante estos años en la grada. ¿Cuénteme alguna anécdota positiva y alguna negativa?

La gran mayoría son positivas. Cuando veo que algún padre quiere discutir, me cambio de sitio y en paz. De bronca, ni una. Yo vengo aquí a pasar el rato y a estar a gusto.

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El socio número 1 lleva más de 40 años siguiendo a la Escuela.

¿Ha visto peleas en la grada?

Sí, muchas. Y cuando el campo era de tierra, había muchas más. Aunque ahora también se produce alguna de vez en cuando. La última que recuerdo fue hace dos años, y bajaron desde la agrada al campo. Por eso no entiendo por qué no nos dejan ver el fútbol al lado del campo.

¿Y la tensión en las gradas ha cambiado con el tiempo?

Si, ahora hay menos que antes. Antes la gente era más agresiva. Aunque hoy también se escuchan muchas burradas. Pero siempre el que más críticas se lleva es el árbitro. Todos los domingos le ponen a parir. Le dicen de todo menos guapo. Y aunque lo haga bien, le ponen a parir. Siempre para uno o para otros lo hace mal. Y arbitrar es muy difícil. Se equivocan como todos.

¿Hay mucha diferencia entre el fútbol que usted veía cuando los equipos jugaban en tierra y ahora en césped artificial?

Muchísima. Se ve mejor ahora. Antes metían un pie en un hoyo y se partían el tobillo o sufrían un esguince con mucha facilidad.

¿En la actualidad, el fútbol es más o menos duro?

Depende. Cuando viene un equipo con gente mayor, suele ser más violento. Parecen que no dan, pero reparten bien. Dan más que los que parecen que juegan violentamente.

¿Hasta cuándo piensa ser socio de la ED Moratalaz?

Si de mí depende, hasta que me muera. Y si después que yo muera mis hijos quieren seguir mi tradición, pues mucho mejor.

¿Por qué iban a hacer eso sus hijos?

A lo mejor, por respeto a su padre lo hace alguno. Ellos también viven en Moratalaz, aunque no vienen a ver los partidos. Son jóvenes y tiene otras preocupaciones.