Los ingleses del Bath abandonan la EDM encantados: “Nos hemos sentido como en casa”

Los ingleses del Bath abandonan la EDM encantados: “Nos hemos sentido como en casa”

Gonzalo Zafra: “He aprendido inglés, he conocido gente diferente y me lo he pasado en grande”

Jugadores y familiares del Cadete B que alojaron a los futbolistas británicos califican la experiencia como “muy provechosa” y esperan con ganas la devolución de la visita a la ciudad del sur de Inglaterra

  • La intoxicación alimentaria que sufrieron nueve jugadores no les impidió disfrutar de la hospitalidad de las familias y de las delicias de Madrid

  • Unos vivieron una capea, otros visitaron Las Ventas, la mayoría paseó por la ciudad y hubo quien incluso conoció la sierra madrileña

  • La comida y la zona centro de la capital fue lo que más llamó la atención de los visitantes británicos

  • Los padres de un jugador inglés enviaron flores a la familia que alojó a su hijo para agradecerle el trato y otra ha sido invitada a visitar Bath

  • Todos los protagonistas de esta experiencia piden a la Escuela que extienda este tipo de acciones para beneficio de todos

Ingleses del Bath en la EDM

Alejandro Posilio

Madrid, 30 de octubre de 2015.- “Ha sido una experiencia muy bonita que me gustaría repetir. He practicado inglés, tengo nuevos amigos, he conocido a chicos muy diferentes y he aprendido muchas cosas de Inglaterra y de su gente. Nos lo hemos pasado en grande y tengo unas ganas enormes de que llegue el verano y podamos ir nosotros a su ciudad”. Esta afirmación es de Gonzalo Zafra, uno de los jugadores del Cadete B que ha alojado durante el pasado fin de semana a dos futbolistas de la escuela de tecnificación de la localidad inglesa de Bath.

Esta opinión es compartida por los otros catorce jugadores y sus respectivas familias que durante tres días han hecho realidad la primera experiencia vivida en la EDM de intercambio masivo de jugadores con un equipo extranjero. Todos estos hogares han alojado desinteresadamente y con mucho cariño a un jugador del equipo cadete del Bath City, con la excepción de una familia que recogió a dos, y otra, a tres, siempre con el ánimo de que todos pudieran disfrutar de un fin de semana madrileño.

Ingleses del Bath en la EDMTodas las opiniones recogidas coinciden en destacar que la experiencia ha sido “más que satisfactoria”. Así lo ratifica Luis Escribano, padre del jugador del Cadete B con el mismo nombre: “Ha sido un experiencia muy agradable, hay que repetirla. Hemos aprendido todos, los niños y los padres. Mis hijos han practicado inglés, lo que les ha venido muy bien. De hecho, me he quedado asombrado del nivel de inglés de mi hijo. Me alegro, porque ha sido un dinero bien gastado. Cuando devolvamos la visita, espero que mi hijo pueda ir, porque merece la pena que practiquen más inglés y conozcan mundo y personas distintas a nosotros”.

En esta misma línea se expresa Daniel Carenas, otros de los jugadores que tuvo un huésped británico en su casa, en este caso, llamado Ben Hardy. “He quedado encantado con él. Era un poco tímido, pero en cuanto perdió la vergüenza, nos  compenetramos muy bien. Además, me he entendido perfectamente con mi inglés y he mejorado mucho mi vocabulario, lo que me va a servir para sacar mejor nota en el cole. Yo le sacaba los temas de conversación, hemos hablado mucho de fútbol, tanto de los equipos ingleses, él es del Chelsea, como de los españoles. También hemos hablado de nuestras familias, del trabajo de mis padres, de cómo viven allí, de muchas cosas”.

Típico entrenamiento de la EDM

Aunque la expedición británica, compuesta por 18 jugadores y tres entrenadores, llegó el jueves por la tarde a Madrid, no se reunió con las familias hasta el viernes por la noche. Lo primero que hicieron sus integrantes nada más llegar a la capital fue trasladarse al campo de la Dehesa para entrenar. La primea noche durmieron en un hotel y la mañana del viernes regresaron al Urbis para otro entrenamiento, pero en esta ocasión bajo las órdenes de un técnico de la Escuela, Dani Aparicio, que estuvo ayudado por Víctor de la Puente y Álex Hernández. Estos les prepararon una sesión típica de la EDM, con el balón y el toque como grandes protagonistas.

Ingleses del Bath en la EDMFinalizado el ejercicio, los integrantes del Bath vivieron la experiencia de viajar en el metro de Madrid, en el que se desplazaron a la Puerta del Sol para ver el centro de la capital y almorzar en un restaurante típico de la ciudad. Guiados por Aparicio y Jesús Recio, pasearon por la Plaza Mayor y los alrededores del Palacio Real. Aunque lo que más les llamó la atención fue una tienda de deportes del Real Madrid que hay en la zona. Todos se inmortalizaron con sus móviles junto al merchandising blanco y con varias madrileñas con las que se cruzaron y a las que piropearon en su idioma.

Tras perder 3-0 en su duelo amistoso con los chicos del Cadete B de la EDM, cada boys conoció a su familia de fin de semana. “Venían con mucha hambre. Les hice una tortilla de patatas y croquetas caseras, además de ponerles jamón y chorizo, para que degustaran una buena cena española”, afirma Paloma Dávila, madre del portero del Cadete B Pablo Adrados, que en un dispendio de bondad alojó en su casa a tres jugadores británicos. “Ha sido una maravilla, salvo porque algunos se pusieron enfermos. Me ha encantado la experiencia. Los tres eran muy educados y correctos, además de muy reservados. No me permitieron que les lavara la ropa sucia de entrenar. Decían que había traído ropa suficiente. Les tenía que repetir mil veces que comieran para que cogieran más”.

El sábado, todos tuvieron que madrugar para estar a las 9 de la mañana con el Cadete B en Valdemoro, donde jugaba su partido de liga. Allí cayeron los primeros enfermos, pues varios jugadores empezaron a sentirse mal, incluso llegaron a vomitar. Los padres afectados los trasladaron con urgencia al Hospital San Rafael, donde a lo largo del día llegaron a ingresar nueve jugadores, a los que les diagnosticaron una posible infección alimentaria. Algunos durmieron en casa y otros tuvieron que quedarse ingresados hasta el domingo enganchados al suero.

Ingleses del Bath en la EDMEl traspié en la salud trastocó los planes de algunas familias, que no pudieron llevar a cabo los planes ideados. Pero los que mantuvieron el ánimo intacto vivieron toda una serie de experiencias inolvidables. “Nosotros tuvimos la suerte de que James, nuestro huésped, no cayó enfermo. Y el sábado, después del partido, nos fuimos con otras familias a una capea en Galapagar. “Era la primera vez que veía toros de cerca, así como un capote. Además, vimos un  concurso de recortadores. La mejor señal de que estaba disfrutando era su sonrisa constante. Se lo pasó de miedo. Comió un bocadillo de filete empanado, para descubrir lo que es típico de España”, afirma Ana Monroy, madre de Álvaro Pérez.

Pero la fiesta no terminó ahí, pues luego fueron a un cumpleaños y terminaron en la bolera. “Cenaron en el Vips y llegaron a las doce de la noche hechos polvo, pero superfelices. James decía que estaba muy cansado, pero tuvo energías para jugar un rato a la play con mi hijo”, añade Ana Monroy. Y el domingo, más, pues con otro grupo de familias viajaron hasta la Pedriza, donde disfrutaron de la sierra de Madrid. “Tras comer en un restaurante de la zona, regresamos a Madrid para que pudieran ir al Calderón a ver el partido del Atlético contra el Valencia”, explica esta madre.

Los dos enfermos

No todos tuvieron tanta suerte. Por ejemplo, Ben y Lewis, alojados en casa de la familia de Gonzalo Zafra, sintieron en sus carnes los dolores y el malestar general producido, supuestamente, por unos alimentos en mal estado. Lo cuenta Ángel, el padre: “Los chicos son un encanto y muy educados. El único problema es que los dos cayeron enfermos. El sábado se puso malo Ben, pues cuando volvíamos de ver Madrid, empezó a vomitar. Le llevamos al Niño Jesús, donde había más compañeros ingresados, y estuvo allí hasta el domingo al mediodía, cuando le dieron el alta. Le llevé a casa y Lewis, que es alérgico, me empezó a decir que le dolía la tripa. Le llevé al hospital, le miraron y le indicaron que se había puesto muy nervioso por la situación y le había dado un pequeño ataque de ansiedad”.

Ingleses del Bath en la EDMA pesar de todo, Ángel Zafra se siente satisfecho: “Al caer enfermos, no han disfrutado todo lo que podían, pero ha valido la pena. Lo haría otra vez. Son demasiado tímidos, sobre todo al principio, pero luego se soltaron. Vieron por la tele el partido United-City, jugaron a la play, los llevé a ver las Cortes, el Prado y parte de la Castellana. Decían que les gustaba mucho lo que estaba viendo. No tuve tanto tiempo para estar con ellos por ahí, como era mi deseo, pero creo que se han llevado un buen recuerdo”.

Algo parecido piensa Paloma Dávila, a pesar de que  sus dos huéspedes también enfermaron: “Me ha sabido mal que en los pocos días que han estado aquí hayan tenido que pasar por el hospital. Nosotros tuvimos que llevar a dos, Josh y Alex, y nos preocupaba. Me sentía mal por ellos. Esto impidió que al tercero, Lucke, le dedicáramos más tiempo. Pero él decía: No problem, I’m very strong (no hay problema, yo soy fuerte)”. Y añade: “Aunque mi hijo no se entendía muy bien con ellos, lo han hecho usando el traductor de Google. Y a pesar de que hemos tenido que cancelar algunas actividades previstas, han disfrutado su estancia. Es más, los padres de Josh nos enviaron un ramo de flores para agradecernos lo que habíamos hecho por su hijo. Qué gran detalle”.

Tour por La Ventas

También hubo quien, a pesar de indisponerse y ocultarlo para no molestar, disfrutó de su estancia en Madrid. Fue el caso de Fin Heynes, que estuvo alojado en casa de Marcos Zurita, quien cuenta su estancia: “El viernes por la noche fuimos al Burger y conoció a mis amigos de Vicálvaro. Nos acostamos pronto porque madrugábamos para jugar contra el Valdemoro. El sábado vieron nuestro partido y después le llevamos al tour de la Ventas. Estaba alucinado con los toros. Le parecían muy grades. Depués volvimos a casa a jugar al FIFA. Tras comer, me dijo que se encontraba mal. Fue al baño y le oímos vomitar.  Se duchó y se durmió. Cuando se despertó, volvió a vomitar. Mi madre se puso en contacto con el hospital y le dijeron que a los ingresados les habían puesto suero. Como es enfermera, le puso suero y le dio unos medicamentos, y mejoró”.

Ingleses del Bath en la EDMEste joven defensa está convencido de que, a pesar de todo, la experiencia ha sido maravillosa: “Me he entendido bien con él. Incluso a mi madre le ha venido bien para practicar inglés. Le ha encantado la tortilla española y los cars, a los que fuimos el domingo por la mañana. Sé que también disfrutó en el Calderón viendo al Atlético. Al final me dio las gracias por cuidarle cuando estaba enfermo y me dijo que estaba muy agradecido a mi familia. También me insistió en que se lo había pasado muy bien. Me lo ha vuelto a repetir por Instagram”.

La actividad de la expedición británica siguió el lunes con una visita a la Ciudad Deportiva del Real Madrid y un tour por el Bernabéu, “de donde algunos llegaron con la boca abierta”, indica Jesús Reció, que ejerció de guía turístico. Por la tarde, sufrieron en el Urbis la clase del cadete del Rayo Vallecano y el martes cerraron su estancia de la mejor manera, degustando una excelente paella en el bar del Urbis, desde donde salieron hacia el aeropuerto apenados por lo que dejaban detrás.

Pero nadie mejor que los propios jugadores del Bath para calificar su estancia con las familias de la EDM.  “Me he sentido como en casa. Me han tratado muy bien. Algunas comidas me han encantado, aunque no recuerdo su nombre. Aquí la gente es muy amigable y también muy ruidosa. Y todo esto, con un tiempo excelente. Me llevo una fantástica impresión de todo”. Son palabras del defensa Jordan Croad, ratificadas por su compañero Ben Hardang: “Esto es muy diferente a Inglaterra. La gente es muy amistosa y abierta. Me han tratado muy bien y me llevo una excelente impresión de todo”. Y el mediocampista  Alex O’Neill pone la guinda: “Ha sido una experiencia maravillosa. Me ha encantado la familia con la que he estado y la comida. Disfruté mucho viendo al Atlético de Madrid contra el Valencia y todo ha sido muy agradable. Lo que más me ha sorprendido es que aquí todo el mundo vive en pisos y no en casas individuales, como la mayoría en Inglaterra”.

 

Ingleses del Bath en la EDM

“Los jóvenes españoles aprenden antes a ser inteligentes en el campo”

Además de conocer cómo es la vida en Madrid, la expedición del Bath vino a la EDM para jugar al fútbol y aprender algo sobre el estilo de juego combinativo que ya identifica a esta Escuela.  Y aunque sus dos partidos, ante el Cadete B de la EDM y frente al Rayo Vallecano, se saldaron con derrota, su experiencia estos días ha resultado bastante didáctica. Así los subraya el primer entrenador del equipo inglés, Tim Kirk: “Ha sido un viaje enriquecedor, y no solo a nivel futbolístico. Para mí ha sido un reto, pues yo no conocía bien a todos los chicos. A mí también me ha servido para aprender de ellos”.  Y añade: “Madrid es una ciudad muy hermosa, mucho más de lo que me imaginaba”.

Pero este técnico quiere resaltar los aspectos futbolísticos que más le han sorprendido: “Sé cómo suelen jugar los equipos españoles, que les gusta dominar el balón, pero me he dado cuenta de que los jóvenes futbolistas de este país aprenden antes que los británicos a ser inteligentes en el campo. Aprenden antes a moverse y a utilizar mejor los espacios. Son más rápidos de movimientos y de reacción. En mi país, son más atletas, pero menos listos”.

Ingleses del Bath en la EDMEsta opinión también es compartida por alguno de sus pupilos, como el mediocampista Ben Hardang, que afirma: “Me gusta más el estilo de los equipos españoles que el de los ingleses, pues aquí tocan mucho el balón, mientras que en mi país somos mucho más directos. Buscamos más rápido la portería. Son diferentes estilos. Aquí avanzan mediante el dominio del balón y en Inglaterra lo hacemos con dos toques”.

Sin embargo, Alex O’Neill, también centrocampista, reconoce estas diferencias, pero se mantiene en que él disfruta más con el estilo que se impone en Gran Bretaña: “Será porque es el que yo juego, pero me gusta más el estilo directo. He visto que en España, los jóvenes también tocan mucho el balón, pero me gusta más como lo hacemos nosotros”.  Y la tercera vía la representa en este caso el defensa Jordan Croad, quien se declara admirador de los dos estilos: “He comprobado que en España juegan más rápido y sus jugadores jóvenes tienen una gran técnica, que les permite mover mucho el balón. Pero en Inglaterra también sabemos cómo se juega al fútbol y somos más físicos”.

Ingleses del Bath en la EDMY para dar el toque hispano a este aspecto, la opinión de Jesús Recio, que ha compartido una gran parte de su estancia en la EDM: “No he notado muchas diferencias entre los jóvenes ingleses y los españoles, aunque algunas sí. A la misma edad, los españoles son más rápidos y muestran bastante más inteligencia en el césped, además de dominar más la pelota. Sin embargo, ellos son muy ordenados tácticamente y fuertes físicamente. En el aspecto técnico tienen de todo: los hay con una gran técnica y otros a los que el balón les quema”.

Para finalizar, el mediocampista izquierdo del Cadete B Gonzalo Zafra revela que en una de las conversaciones que tuvo con sus huéspedes, Dan y Lewis, le indicaron que ellos pertenecen a una escuela de tecnificación a la que acuden jugadores de Bath y otras localidades de alrededor.  Allí mejoran su calidad y juegan juntos cierto tiempo, pero cada uno procede de un equipo diferente. De hecho, este grupo solo juega amistosos, ya que no participa en ninguna liga del país.

 

Ingleses del Bath en la EDM

 

Algunos mantienen la relación por Whatsapp, Instagram o incluso la play

Pablo Adrados, portero del Cadete B que alojó a tres jugadores del Bath en su casa, lo tiene claro: “Los tres me dijeron que les encantaría volver, que se han quedado con ganas de ver más cosas. Pero ahora soy yo el que quiere ir allí a conocer su ciudad y sus costumbres. En estos días he aprendido bastante inglés y creo que ahora lo entiendo y hablo mejor. Merece la pena repetir la experiencia, pero allí. Espero poder apuntarme cuando les devolvamos la visita”.

Todos los que han formado parte de este novedoso proyecto de la EDM coinciden en señalar que hay que repetirla, pues ha resultado enormemente provechosa para la gran mayoría. Y si los jugadores están deseando que llegue el buen tiempo para devolver la visita, los padres también tienen claro que sus vástagos deben vivir una experiencia como esta. Así lo indica Ángel Zafra, padre de Gonzalo: “La idea es que mi hijo vaya allí cuando le toque el turno a la Escuela. De eso se tratara, de que vivan una experiencia inolvidable. Mi hijo seguro que irá. Y animo a la Escuela para que siga haciendo estas experiencias, que son muy enriquecedoras”.

Ingleses del Bath en la EDMDani Carenas también lo tiene claro: “Ha sido una experiencia fenomenal. Espero pasarlo igual cuando vayamos allí. Espero que me toque la casa de Ben Hardy, que es el jugador inglés que ha estado con mi familia, cuando viajemos a Inglaterra. Ahora sigo en contacto con él por Whatsapp. Esta actividad debería ampliarse a otros equipos de la EDM y poder visitar otros países”.

Y hasta las madres más entregadas y que más trabajo han tenido que soportar para hacer realidad este atractivo proyecto apoyan este tipo de iniciativas. Así lo atestigua Ana Monroy, la madre de Álvaro Pérez: “Mi hijo irá a Bath, seguro. Le dejaremos sin problemas. Álvaro ha tenido muy buena relación con nuestro huésped y nos gustaría que la siguiera manteniendo. Ahora se relacionan por Instagram, incluso han quedado en jugar a la play on line. Nos han dado el email y los teléfonos de sus padres, que también han venido a Madrid estos días. Son igual de encantadores que sus hijos, incluso nos han invitado a pasar allí un fin de semana. Espero que mi hijo pueda ir a su casa. Animo a la escuela a que extienda esta iniciativa a más equipos”.