Rubén Fernández, entrenador del Cadete F y segundo del Juvenil D

“La Escuela tiene un alto nivel que me puede ayudar a mejorar más que la Fundación del Madrid”

Este joven mostoleño, que ofrece trabajo e ilusión, acaba de aceptar la responsabilidad de dirigir a un equipo de la EDM tras pasar un trimestre de prácticas y medio año ayudando en labores técnicas

•  “De mis jugadores espero compromiso, responsabilidad e ilusión. Con estos factores, más el trabajo, se pude mejorar mucho”

• “Siendo primer entrenador hay que imponer un poco de respeto”

• “Si veo un jugador que no se divierte y está con cara larga, tengo que hablar con él para saber qué le pasa”

• “Espero que con constancia, trabajo e ilusión, pueda vivir de entrenar. Si algún día soy capaz de saber que no voy a llegar ni a Tercera, lo dejaré”

Alejandro Posilio

Con poco más de una temporada y media en la EDM, acaba de aceptar la responsabilidad de dirigir al Cadete F, en sustitución de David Peñarrubia, que ha dejado la Escuela. Este joven de 24 años nacido en Móstoles y que vive en Alcorcón, llegó el año pasado a la EDM en prácticas, tras aprobar TAFAD. Esta campaña la comenzó ejerciendo de ayudante de Elías Ros en el Juvenil D y ahora le añade la función de primer entrenador. Previamente también se sacó el título de Formación Profesional de Administrador de Sistemas Informáticos, pero como no pudo encontrar trabajo en ese sector, decidió dirigir su actividad formativa y profesional al mundo del deporte. Por eso tiene previsto sacarse el título de entrenador nivel 1 y siguientes. Madridista de pro, reparte su tiempo de ocio con la música y sus amigos.

¿Cuándo y cómo te ofrecieron ser entrenador del Cadete F?

El domingo de hace dos semanas  me llamó Elías Ros, al que ayudo como segundo entrenador en el Juvenil D, y me comentó que había un hueco libre porque un entrenador se iba, y que habían pensado en mí para sustituirlo. Como yo estaba entrenando a otro equipo en Alcorcón, le dije que me lo tenía que pensar. Lo consulté con la familia y esa misma noche le respondí que sí me interesaba.

¿A qué equipo estabas entrenando?

Entrenaba al alevín B del Club Deportivo Elemental Amistad, de Alcorcón. No me gustaba la idea de dejar el equipo a mitad de temporada, pero me ofrecían una buena oportunidad al pensar en mí para dirigir al Cadete F. Además, llevaba poco tiempo entrenando en la Escuela y me atrajo mucho la idea.

¿Qué pensaste cuando te ofrecieron el puesto?

Que era una gran oportunidad para mi futuro y para progresar. Me comentaron que el Cadete F estaba formado por un buen grupo de jugadores y pensé que podíamos hacer grandes cosas. Tras pensármelo mucho, porque me fastidiaba dejar al otro equipo sin entrenador a mitad de temporada, decidí que no podía dejar pasar una oportunidad así. En el Elemental Amistad me dijeron que me faltaba compromiso, porque me había comprometido hasta final de temporada, pero les expliqué que no podía perder la oportunidad de entrenar a un equipo en una Escuela como esta. Yo estaba buscando una oportunidad como la que me da el Moratalaz  para seguir progresando en mi carrera.

¿El hecho de que te incorpores a mitad de temporada a una plantilla nueva te puede perjudicar?

Puede ser que los chavales lo noten, que estén acostumbrados a otro entrenador y ahora tengan que cambiar cosas. Pero las cosas vienen así y hay que afrontarlas. Intentaré no cambiar muchas cosas al principio, para que le cambio que noten los chavales no sea drástico. Pero sí que incorporaré mis piezas. Lo que está claro es que me lo estoy tomando con muchas ganas.

¿Te asusta algo de este nuevo reto?

La verdad es que no. Los primeros días te cuesta hacerte con los nombres, para corregirles y dirigirte a ellos. Pero no me asusta nada. Lo voy a hacer lo mejor que pueda y ya está.

¿Es muy distinta la labor que ejerces como segundo entrenador a la que comienzas a realizar como primer responsable?

Ahora las decisiones las tomo yo. Yo soy el que dirijo los entrenamientos, el que pide intensidad y compromiso, el que fija objetivos. Sí cambia, pero tampoco tanto, porque Elías me dejaba mano para que yo hiciera cosas. Lo que aumenta sobre todo es la responsabilidad y la dirección de grupo.

¿Qué pues aportar?

Mis conocimientos, que, aunque sean pocos, los intentaré hacer públicos, y mucha ilusión y ganas de progresar.

¿Qué les dijiste a tus nuevos jugadores el primer día de entrenamiento?

Les pedí compromiso. Como sigo entrenando con Elías en el Juvenil D, se solapa algo de tiempo de los entrenamientos, por eso les he pedio un poco de responsabilidad para que saquen el material y se preparen hasta que y yo llegue. También les pedí trabajo, trabajo y trabajo. Mi objetivo es que trabajen para que la temporada que viene puedan aspirar al Cadete B, C o, incluso, al Cadete A.

¿Qué te respondieron?

Vi en sus caras cierta ilusión. Creo que pensaron que quiero llevarles por el buen camino. Entendieron que, aun siendo del F, los quiero llevar al A. Vi ilusión y respeto. Y después de dos días de entrenamiento, he notado que intenta hacer lo que se les dice. He visto que algunos se extrañan porque paro el juego mucho para corregir. Nos costará un poco acostumbrarnos unos a otros, cambiar la mentalidad que tenían con David, que no era mala, por la mía. Pero no va a suponer ningún problema.

¿Te han preguntado muchas cosas estos dos primeros días?

No mucho, pero sí me han preguntado varias veces por qué hacer algo cuando antes lo hacían diferente. Me dicen que Con David hacían otra cosa, y les explico que conmigo tienen que intentar incorporar las nuevas cosas que les digo.

¿Cómo va la temporada del Cadete F?

De momento está yendo bien. Me han comentado que puede que se haya perdido algún partido por intentar poner en práctica cosas nuevas, pero ya con David lograron cambiar esa dinámica, y ahora conmigo vamos a intentar seguir en esa línea, que es aprender pero sin ser tontos.  Está claro que nuestro sistema de juego es el combinativo, sacando el balón jugado desde nuestra área, pero si un rival presiona muy arriba, no vamos a intentar perder el balón cerca de nuestra área y tener cuatro goles en contra. Está claro, formación, pero sin ser tontos.

¿A qué podéis aspirar?

A aprender y a sumar victorias. Y, sobre todo, a aprender a competir. El año que vienen serán cadetes de segundo año y mi objetivo es que aprendan a competir.

¿Cuándo empezaste a ejercer de entrenador?

Hace cuatro años en un equipo de barrio de Alcorcón, el Celtig, siendo segundo entrenador, donde antes había jugado una temporada. También se fue un compañero a mitad de temporada y me dejaron como primer entrenador. A la temporada siguiente pasé al Amistad, de Alcorcón, donde fui segundo entrenador de un cadete y primero de un alevín. Al siguiente año fui segundo de un juvenil y primero de un alevín, y luego en marzo entre en prácticas en la EDM.

¿Qué estudiabas para entrar en prácticas?

Estudiaba TAFAD, Grado Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas, en Alcorcón, con Paco Gallardo, el entrenador del Aficionado A de la Escuela. Fue quien me dio opción a hacer las prácticas en la Fundación del Real Madrid o en la EDM, y me decanté por el Moratalaz.

¿Por qué?

Porque pensé que la presencia de Paco Gallardo me podía beneficiar y porque la Escuela tiene un alto nivel que me podía mejorar más que la Fundación del Madrid.

¿En qué equipo estuviste de prácticas?

En varios. Estuve en el Cadete D con Elías, en el Juvenil B con Berenguer y en el Infantil A con Raúl. Estuve tres meses, de marzo hasta finales de junio.

¿Aprendiste mucho?

Sí, de todo. Berenguer sabe muchísimo, Raúl tiene una dirección de grupo excelente y Elías deja trabajar mucho. Le deja hacer muchas cosas a su segundo. Cuando terminé, hablé con el director deportivo, Guti, y el director general, Jorge, y les pedí que si podía seguir con Elías, porque congenié bien con él. Él dirige y luego deja hacer.

¿Cómo definirías la experiencia tras una temporada y media en la EDM?

Me gusta todo. Todo lo que he ido viviendo, me gusta, la buena relación entre los entrenadores, la relación con la directiva, pues no pensaba que iban a estar tan cerca de nosotros; la relación con los jugadores es buena, al igual que con los padres. Todo está yendo bastante bien.

¿Qué esperas de tus jugadores?

Compromiso, responsabilidad e ilusión. Con estos factores, más el trabajo, se pude mejorar mucho. Y tras la mejora, viene llegar al Cadete C, B o A. Los resultados ya llegarán.

Cuándo se ejerce de segundo entrenador, se suele tener más confianza con los jugadores que cuando se es primero; se está más próximo a ellos. ¿Cómo crees que te va a ir con ellos siendo el máximo responsable?

Intentaré marcar las diferencias. Es cierto que siendo segundo se está más cerca de los jugadores, pero siendo primero hay que marcar un poco las diferencias. La relación no se nos puede ir de las manos. Siendo primero hay que marcar el territorio y poner un poco más de distancia. Hay que imponer un poco de respeto.

¿Qué va a cambiar en el equipo con tu llegada?

Quiero intentar tener más el balón, que no nos queme, intentando salir desde atrás con la pelota. Pero si no se puede, pues lanzaremos arriba. Simplemente, vamos a correr un poco más de riesgo para aprender, pues si no se corren riesgos, no se aprende; y cuando uno falla es cuando aprende.

El estilo de toque en la EDM es innegociable. ¿Lo compartes?

Sí, me gusta que los jugadores se diviertan. Con esto no quiero decir que con el fútbol directo no se diviertan, pero menos, porque se busca más el resultado, y siempre hay algún jugador que con ese estilo no se divierte. Sacando el balón desde atrás, los jugadores tocan más el balón y se divierten más. Pero eso no puede provocar que el estilo nos perjudique y nos metan más goles de los debidos, porque si los resultados son malos, al final se produce el conflicto.

¿Este estilo es más difícil de enseñar?

Sí y no. Sí porque los jugadores no están acostumbrados a eso y les resulta más difícil aprenderlo. Se necesita que los jugadores están más compenetrados y que defiendan la misma filosofía. Pero no es tan difícil si se les convence de que nos divertiremos más y, a la larga, nos irá mejor. Hay que insistir y hay que hacerlo poco a poco.

¿Qué es lo que más te atrae de ser entrenador?

Enseñar todo lo que sé y que los jugadores se diviertan con lo que hace. Como entrenador soy muy efusivo, muy dinámico, no puedo estar mucho tiempo sentado en el banquillo, aunque este año lo estoy aprendiendo con Elías. Me gusta enseñar y que ellos aprendan. Si veo un jugador que no se divierte y está con cara larga, tengo que hablar ya con él para saber qué pasa.

¿Hasta dónde te gustaría llegar a entrenar en la EDM?

Ahora mismo al Cadete F, y luego, tengo el sueño de vivir del fútbol. Es muy difícil, pero no imposible. Con trabajo he ido ascendiendo. Espero que con constancia, trabajo e ilusión, pueda vivir de esto. Si algún día soy capaz de saber que no voy a llegar ni a Tercera, lo dejaré.

¿Qué tal con los padres? ¿Te han dicho algo nada más llegar?

Todavía no he tenido contactos con ellos. Esperaré al sábado para iniciar la relación, pero siempre he tenido buena relación con los padres. De momento no he tenido ninguna disputa, y si se produce alguna, la solucionaré con diálogo siempre que se produzca con buenos modales. Si no es así, lo dejaremos para más tarde.

 

 “Las rodillas han acabado con mi carrera de jugador”

Además de ejercer de entrenador, también ha disfrutado jugando en distintos clubes, hasta que varias lesiones graves de sus rodillas le han apartado de los terrenos de juego.

¿También has sido jugador?

Jugué un año en el Alcorcón, el segundo de cadetes, y luego pasé al Celtig, porque me lesioné de la rodilla. El doctor me aconsejó que si no iba a vivir del fútbol, lo dejara. Pero como no quería abandonarlo, me metí en el juvenil del Celtig. Después de los tres años de juvenil lo dejé.

¿Alguna lesión grave?

Sí, sufrí la triada, ligamento cruzado anterior, lateral y menisco, en el segundo partido del tercer año de juvenil. Y antes, en el Alcorcón, sufrí otra intervención del ligamento lateral, por eso me fui al Celtig. Y este septiembre, jugando con unos amigos, sufrí otra rotura de menisco en la otra pierna, pero no pienso operarme. Las rodillas han acabado con mi carrera como jugador.

¿Qué te gusta más jugar o entrenar?

Me gustan las dos cosas, pero un poco más entrenar. El fútbol se ve de diferente forma como jugador o como entrenador, y me gusta más verlo desde fuera.

Has dicho que te gustaría vivir del fútbol, pero ¿hasta dónde crees que va a poder llegar?

Me conformo con vivir del fútbol ilusionado, sea la categoría que sea. Todos soñamos con entrenar a un equipo de Primera División, incluso a un Madrid o Atlético, pero es muy difícil.

¿Y te conformarías con llegar al Aficionado A de la EMD?

Sí, pero no me gustaría quitar el sitio a Paco (risas). Pero tampoco estaría mal.

 

“De momento le doy más importancia a la formación que a los resultados”

Hasta el momento no ha dirigido ningún equipo de la etapa de Rendimiento, algo que espera hacer con el tiempo.

¿Al final de temporada cómo medirás si ha sido un éxito o no han salido las cosas bien, por la clasificación?

No, por la progresión que hayan tenido los chicos. Si son mejores que cuando los cogí, habrá ido bastante bien. Si conseguimos buenos resultado, pero los chicos no han mejorado o lo han hecho muy poco respecto a cuando los cogí, me iré bien, pero mal a la vez. Todavía no he dirigido a un equipo de la categoría de rendimiento. Por eso, de momento, le doy más importancia a la formación que a los resultados.

¿Qué te gustaría que el día de mañana recordaran tus jugadores de ti?

La ilusión que le pongo, el trabajo y el buen ambiente. Que recuerden que les enseñé bastantes cosas.

¿Tienes el título de entrenador?

Tengo el de TAFAD y el de monitor de fútbol base, pero ya estoy pensando en verano sacarme el nivel 1 de entrenador, para luego seguir subiendo.

¿Cómo te definirías como entrenador?

Trabajador, dinámico y meticuloso. Intento ser perfeccionista, lo que puede ser mi error.

¿Cuál es tu entrenador referente?

Me gusta mucho Pellegrini, Marcelino y Valverde. Cada uno tiene cosas que me gustan, pero todos son muy trabajadores y siempre desprende gran ilusión. Pero sobre todo me gusta Caparrós, me encanta cómo se dirige a los jugadores, siempre llamándoles de usted.