Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM: “He sido casi toda la vida socio del Moratalaz y lo seré hasta que muera”

Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM: “He sido casi toda la vida socio del Moratalaz y lo seré hasta que muera”

Francisco Bravo Blanco, socio número 2 de la EDM

“La Escuela ha tenido una evolución muy positiva, ha crecido mucho y bien; eso se puede ver en casi todo”

Más de 45 años como miembro de la EDM, llevó durante varias temporadas el bar del club, trabajó en su remodelación, vendió lotería para lograr ingresos y ha tenido tres nietos jugando en sus equipos

  • “El fútbol de antes era mucho mejor, jugadores, entrenadores y afición ponían más interés”

  • “Sé que la gente que ha estado llevando la Escuela y la que lo lleva ahora ha trabajado mucho por ella”

  • “Menudos cabreos cogía cuando perdía el Moratalaz. Lo llevaba por dentro y me hervía el cuerpo. Pasaba cada berrinche”

  • “Este campo nunca ha sido polémico, jamás, ni sus equipos”

  • “Abría el bar de nueve de la mañana a nueve de la noche y todo lo que se ingresaba era para el club”

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM

Alejandro Posilio

Este camionero de 75 años es una de las pocas personas que puede hablar de los orígenes del Club Deportivo Moratalaz, uno de las dos entidades que años más tarde formaron la Escuela Deportiva Moratalaz. Nacido en la localidad cordobesa de Belalcázar, emigró a Madrid en 1959, cuando ya se instaló en las primeras viviendas que se construyeron en el barrio. Y tras comenzar acudiendo al bar que era la sede del club, en las actuales oficinas de la Escuela, se hizo socio y llevó gratuitamente el local durante cuatro años. Colaboró en todo lo que pudo, aportando dinero, tiempo y trabajo para sacar adelante el club, laborando en la reforma del bar, vendiendo lotería, incluso comprando una lavadora para limpiar la ropa del equipo. Ha tenido tres nietos en la Escuela, aunque actualmente solo le queda uno. Casado y con cinco hijos, es seguidor del Atlético de Madrid, del que también fue socio, y asegura que sus pasatiempos siempre han tenido que ver con el fútbol, aunque también disfruta con el ciclismo. Persona crítica, le hubiera gustado ser directivo y cuestiona que el socio número uno lleve más tiempo que él en el club.

¿Cómo empezó su relación con el Moratalaz?

Yo vine a Moratalaz en 1959, a las primeras casa que había en el barrio. Bastantes años después pusieron las oficinas del club al lado de mi casa, donde están todavía. Al principio, el local era un bar, en el que también estaba la oficina del club. Yo iba allí a tomar algo y a jugar la partida de dominó. Y allí, Miguel Ángel Manzano y otros comenzaron a animarme para que me hiciera socio del club. Y me hice.

¿Recuerda cuando fue?

Creo recordar que en 1970. Por aquel entonces solo había un equipo, el aficionado.

¿Pero usted fue algo más que un simple socio?

Sí. Al principio el bar lo llevaba otro señor. Cuando me jubilé, Manzano me ofreció que llevara yo el bar, ya que tenía tiempo. Y comencé a llevarlo yo solo. Abría a las nueve de la mañana y estaba allí hasta la nueve o diez de la noche. Yo no cobraba nada. Todo lo que se ingresaba era para el Moratalaz.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM ¿Y hacía más cosas?

Claro. Luego venía los domingos al Urbis a ver al equipo y aprovechaba para vender lotería y papeletas para sorteos que organizábamos para sacar dinero. Hacía de todo lo que hiciera falta. Pero la verdad es que no lo tuvieron mucho en cuenta, pues nunca me ofrecieron ser miembro de la directiva.

¿Usted hubiera formado parte de la directiva si se lo hubieran propuesto?

Sí, me hubiera gustado, porque he tenido tiempo para todo. Pero nunca lo hicieron.

¿Cómo era el fútbol en aquellos momentos, si lo comparamos con el actual?

Mucho mejor. Había más interés en los jugadores, entrenadores y aficionados que hoy en día.

¿Eran mejores jugadores lo de esa época o los de ahora?

No sabría qué decirte. Moratalaz tenía por aquellos momentos muy buen equipo. Había jugadores de gran calidad.

¿Recuerda el Urbis de tierra?

¡Cómo no lo voy a recordar! (entre risas). Se formaban unos charcos inmensos, o cuando estaba seco se formaba una polvareda espesa que hacía irrespirable el ambiente. Toda la vida fue así, hasta que lo hicieron de hierba artificial hace unos años.

¿Y aún en esas condiciones, afirma que el fútbol de esa época era mejor que el de ahora?

Desde luego que las condiciones de juego son hoy en día mucho mejores, pero el fútbol que se ve ahora no es mucho mejor que el de antes. Con la llegada de la hierba se ha mejorado mucho las condiciones para jugar a este deporte.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM ¿Era el fútbol de antes más duro que el de ahora?

No sé qué decir. Creo que no. Está la cosa muy parecida. A nivel profesional puede que sí, creo que había jugadores más mal intencionados.

En los comienzos de lo que en su día fue el Club Deportivo Moratalaz, uno de los clubes embriones que formaron la Escuela Deportiva Moratalaz, solo estaba el equipo aficionado. Hoy hay 35 equipos en la Escuela. ¿Qué le dice esto?

Esto significa que la Escuela va bien y que tira para arriba. Más vale que sea así que vaya para abajo. Pero, a lo mejor, se podían haber hecho un poco mejor las cosas y haber conseguido que las instalaciones fueran suyas, los campos, los bares, lo que les hubiera permitido sacar más ingresos. Pero sé que la gente que ha estado llevando la Escuela y la que lo lleva ahora ha trabajado mucho por ella. Paco García y, sobre todo Miguel Ángel Manzano, han trabajado por esta Escuela una barbaridad. Si Manzano no hubiera estado, la Escuela no seguiría.

¿A quién conoce usted de la directiva actual?

Con quien más amistad tengo es con Manzano y con Paco García. Al presidente, Mariano, también le conozco, pero tengo menos relación con él. A Miguel Ángel le conozco antes de hacerme socio del club, de toda la vida, pues vivía al lado de mi casa. Se iba un presidente y él tomaba la responsabilidad y dirigía el club hasta que encontraba otra persona que lo hiciera. Así, luchando año tras año para sacarlo adelante.

¿Pero él no podría haberlo hecho solo?

No, claro. Había muchos socios que colaborábamos. Entre los socios hicimos la obra de remodelación del bar. Había un albañil que era socio, Paco, y Florencio, lo dieron todo por el club y trabajaron mucho en la obra de remodelación. Yo también curré lo mío. Cada uno ayudaba con lo que podía. Además de trabajo, aportábamos el dinero que podíamos para sacar el club adelante. Luego ya empezó a tener más ingresos y solo tuvimos que pagar nuestra cuota. Gracias a eso fue creciendo.

Además, ¿usted ha tenido también familia en la Escuela?

Yo he tenido aquí a mis tres nietos jugando. La chica, Laura, jugó en el equipo femenino sub 13; luego Gonzalo también estuvo jugando cinco o seis años, pero el médico le aconsejó que dejara el fútbol, porque comenzó a cojear; y el tercero, Gabriel, sigue jugando en la Escuela. Está de portero en un equipo cadete y lleva por lo menos diez años formando parte de la Escuela.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM ¿Venía a ver a sus nietos jugar?

Sí, no siempre, pero muchas veces sí. Ahora ya no vengo apenas a ver a ningún equipo.

¿Por qué?

No me encuentro con ganas. Ya me canso más.

¿Pero nunca ha dejado de ser socio de la Escuela?

No, jamás me he quitado. Y siempre llevo el carné conmigo. He estado casi toda la vida y estaré de socio hasta que me muera.

¿En qué ha cambiado la afición desde que usted empezó hasta ahora?

Para mí, antes había mucha mejor afición que ahora. Nosotros viajábamos con el equipo a todos los sitios. Íbamos unos 40 o 50 socios, cada familia en su coche con los niños. Íbamos a todos los lados. Los domingos era una fiesta. No es que ahora haya mala afición, pero antes la gente estaba más volcada con el equipo. Incluso se animaba mucho más. Los seguidores eran más fieles. Creo que todavía hay un grupo de socios mayores que sigue viniendo todos los domingos a ver jugar al Moratalaz. Aunque hay que reconocer que ahora viene más gente que antes. Hay más aficionados, pero menos entregados. Yo no sé si los jugadores del equipo aficionado ahora cobran dinero, pero antes les dábamos una prima de mil pesetas cuando ganaban. Por lo menos lo hicimos durante dos años. Eso es importante para que la Escuela pueda subir algún día a Tercera División, donde debe de estar. También llevábamos comida y bocadillos para todos. Cada socio colaboraba con lo que podía.

¿Recuerda cuánto pagaba cuando comenzó a ser socio?

No estoy muy seguro si eran cinco pesetas o diez. Luego lo subieron a cinco duros, y fue subiendo hasta ahora, que pagamos 25 euros por la temporada.

¿Y cuántos socios eran en aquella época?

Creo que hemos llegado a ser más de ochenta socios, todos personas del barrio que no solo ponían el dinero que podían, sino que colaboraban con lo que tenían: su trabajo, su esfuerzo, su comida, lo que hacía falta. Incluso pusimos dinero para comprar una lavadora para lavar la ropa de juego, luego la tendíamos y la planchábamos, para que la tuvieran preparada para la semana siguiente. Y todo eso lo hacíamos los socios.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM Usted es el socio número dos. ¿Le gustaría ser el uno?

Yo creo que llevo aquí más tiempo que Isidro, el socio número uno, pues, la verdad sea dicha, no le conocí a él en ese tiempo del que le estoy hablando. No le vi nunca por el club. No sé realmente si Isidro es más antiguo que yo. Antes que Isidro, Luis Manzanares fue el socio número uno, que murió, y yo sí le conocí en aquellos tiempos. Pero a Isidro, no. Pero me conformo con ser el número dos. Estoy contento. Y no pienso borrarme mientras que viva. Seré toda la vida del Moratalaz.

¿Algunos de sus hijos seguirá su estirpe en esta Escuela?

Tengo cuatro hijas y un hijo, pero el chico vive en Montecarmelo, donde juega allí en un equipo, por lo que no creo que se haga socio del Moratalaz. Y una de mis hijas que tiene dos hijos, un chico y una chica, ambos han formado parte de esta Escuela, y el chico sigue aquí. Y otra de mis hijas tuvo aquí un hijo muchos años, pero lo tuvo que dejar por recomendación del médico.

 

 

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM

“Paco Llorente jugó algunos partidos en este club, y creo que Raúl Gonzáles, también”

Su experiencia le lleva  asegurar que la evolución de esta Escuela ha sido muy positiva y que esto se puede ver en casi todos los aspectos. Afirma que en este club han pasado muy buenos jugadores y que le encanta el estilo de toque que se practica.

¿Cómo ha visto la evolución del club en todo este tiempo?

Muy buena. Ha crecido mucho y bien. Eso se puede ver en casi todo. Ha tenido una evolución muy positiva. Y mucho de esto se le debe a Miguel Ángel Manzano. No sé cómo ese hombre ha podido vivir, no sé cómo la mujer no lo ha dejado. Trabajaba en el Banco de España y creo que pasaba aquí más tiempo que allí. Se iba a la oficina y a veces estaba hasta la una de la madrugada haciendo cosas.

¿Y cómo ve el hecho de que haya casi 700 jugadores hoy en día en la EDM?

Es una buenísima señal de que esto funciona correctamente. Ahora bien, sí quiero decir que me parece un poquito cara si lo comparamos con otras escuelas. Pero también reconozco que aquí se dan muchos servicios a los chicos que ocasionan gastos.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM ¿Le gusta el eslogan de la EDM: el fútbol, algo más que un juego?

Por su puesto que el fútbol es mucho más que un juego. A nivel profesional, porque hay mucho dinero por medio y ya se ha convertido en un negocio. Pero a estos niveles de base, los chicos juegan por afición. Y si alguno despunta, pues se lo llevan los clubes más grandes. Del Moratalaz han salido jugadores muy buenos.

¿Usted ha visto a grandes jugadores aquí en el Urbis?

A Paco Llorente, y creo que también llegó a estar algún partido Raúl González. Llorente estuvo poco partidos cuando era el Club Deportivo Moratalaz, aunque lo de Raúl no estoy muy seguro. También tuvimos otro jugador, cuyo nombre no recuerdo, que jugó en el Córdoba.

La EDM lleva varios años practicando el fútbol de combinación, intentando sacar el balón controlado desde su portería. ¿Le gusta ese estilo?

Claro que sí. Soy del Atlético de toda la vida, pero reconozco que me gusta el fútbol del Barcelona, el fútbol de toque. Lo comparto totalmente. Es el mejor fútbol que hay ahora. Es más arriesgado sacar el balón desde tu portería, pero es más bonito.

¿Ha sido socio de algún otro club?

Lo fui del Atlético de Madrid durante 16 años. Luego, me borré. Y también fui socio del Rayo Vallecano durante dos o tres años.

 

 Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM

“Cuando perdía el Moratalaz cogía cada berrinche, me hervía el cuerpo”

En 45 años de socio asegura que ha visto de todo, pero que, sobre todo, se lo ha pasado muy bien, pues antes el club era casi como una familia.

¿Se enfadaba cuando perdía el Moratalaz?

Claro que sí. Menudos cabreos cogía. Lo llevaba por dentro y me hervía el cuerpo cuando perdía. Pasaba cada berrinche.

¿Cree que algún día podremos llegar a competir con los grandes clubes de la Comunidad?

Y por qué no. ¿Qué tiene el Rayo y el Getafe que no tengamos nosotros? Tienen un campo más grande, pero nada más. Yo no los veo tan lejos. La EDM era una de las escuelas de Madrid con más jugadores, creo que hemos llegado a ser la segunda, detrás de la de Getafe, por lo menos antes. Y eso es bueno.

Entrevista con Francisco Bravo, socio número 2 de la EDM ¿Qué cambiaría en la Escuela?

No sé qué cosas cambiaría. Si no nos podemos hacer con los campos, deberíamos buscar otros más, si se puede.

¿Aconsejaría a los padres de los niños de la Escuela que se hicieran socios?

Por supuesto que sí. Yo he peleado mucho por eso, pues los tres o cuatro años que estuve llevando el bar le pedía a todos los que iban por allí que se apuntaran. Es la manera de que la Escuela siga progresando. Se lo he pedido incluso a mis yernos, pero no se hacen.

¿Durante tanto tiempo de socio habrá visto de todo?

Ya lo creo, aquí he visto de todo. He visto grandes broncas entre las aficiones, muchas discusiones, pero no peleas. Teníamos un poco de pique con las Águilas, por aquello de que también son de Moratalaz, pero creo que ya se acabó. Este campo nunca ha sido polémico, jamás, ni sus equipos.

¿Y también habrá vivido anécdotas graciosas?

No lo hemos pasado muy bien. Había un gran ambiente, pero pocos medios. El día antes de Nochebuena organizábamos una comida a la que venían casi todos los socios y todos los jugadores. Era sagrado.