Entrevista. Fabri: «Siempre debemos tener una meta por la cual levantarnos cada mañana»

Entrevista. Fabri: «Siempre debemos tener una meta por la cual levantarnos cada mañana»

La historia de Fabri no es la de una vida cualquiera. Es la viva imagen del ejemplo de superación, de no rendirse ante nada, de sobreponerse a las adversidades. A sus 15 años, Fabri sigue amando el fútbol como el primer día y sueña con volver a jugar. Ese es una de las ilusiones con las que se levanta cada mañana, es ahí donde reside su mayor fuerza.

El bueno de Fabri se formó en las categorías inferiores de la EDM, lleva el ADN del Morata en sus venas y, sin duda, representa a la perfección los valores de nuestra Escuela. Hace un par de semanas quisimos rendirle un pequeño homenaje tanto a él como a sus familiares y amigos, en el partido de pretemporada que enfrentó al Primer Equipo contra Alcobendas. Aquel sábado hubo un protagonista en el Urbis mayor que el balón. Este es su relato, el testimonio de un adolescente con corazón enorme que ha ganado el pulso contra el cáncer.

Cuéntanos acerca de tu etapa como jugador en la Escuela Deportiva Moratalaz. Tus inicios en el fútbol, recuerdo de tus entrenadores, equipos en los que estuviste, posición en la que jugabas, goles que marcaste, torneos que jugaste, etc.

Pues yo entré al Moratalaz en Prebenjamín. Desde entonces, tuve varios entrenadores; Alex, Dani, Francesco, Ruben, Pani y el último fue Álvaro. Mi posición siempre ha sido central pero hubo un año que jugué de mediocentro, aunque me gusta más ser defensa central. Tengo videos de algunos goles que marqué subidos en Youtube.

«Para mí, el Moratalaz es mi casa, es donde he aprendido lo bonito de este deporte llamado fútbol y en la cuál he podido hacer muchas amistades»

¿Por qué motivo tienes que dejar la EDM? ¿Y qué supuso en tu vida ese momento para ti?

Tuve que dejar la EDM porque mi madre tiene un problema en la columna y debido a eso nos fuimos a Paraguay durante un año. La verdad, fue muy duro haber dejado el Moratalaz. Para mí esta es mi casa, es donde he aprendido lo bonito de este deporte llamado fútbol y en la cuál he podido hacer muchas amistades.

 ¿Cómo fue el proceso previo al diagnóstico del cáncer? ¿Fue aquí en España o en tu país natal?

Bueno, yo notaba dolor en la pierna, se me hinchaba un poco y me dolía. Así fueron pasando los meses y en Paraguay iba al fisio y me hacía masaje pero el dolor persistía. Al año volví aquí como tenía previsto pero por motivos de trabajo tuvimos que mudarnos a Barcelona. Al cabo de un mes de llegar me diagnosticaron el tumor y ahí empezó todo…



Una vez conoces tu enfermedad, ¿qué se te pasa por la cabeza, cómo lo afrontas? ¿Quienes fueron tus máximos apoyos para superarla?

Cuando me lo dijeron rápidamente me derivaron al hospital San Juan de Dios de Barcelona y la verdad es que no tuve tiempo ni de pensarlo porque me hicieron muchas pruebas. Venían muchos médicos a verme cada rato… al principio no me creía lo que me estaba pasando porque cuando me dolía la pierna ni se me pasaba por la cabeza que podía ser eso… cualquier otra cosa, pero no eso. En ese momento mis amigos se enteraron y me sentí muy apoyado por tanta gente; eso fue al principio. Durante los tratamientos más duros, quienes realmente estuvieron fueron mis padres.

Debes saber que eres ejemplo de superación para much@s niñ@s y personas que desgraciadamente también han sufrido y sufren esa enfermedad. ¿Qué les dirías como mensaje de ánimo y apoyo?

Pues que la vida es así, obstáculo tras obstáculo, que nadie golpea más duro que la vida… lo que cuenta es cómo resistes y que siempre debemos tener una meta por la cual levantarnos cada mañana. Sobre todo tener ganas de luchar… que no hay nada imposible y que el único límite nos lo pone nuestra mente. Hay que ser constantes.

«Soy la tercera persona en el mundo a la que se realiza esta operación»

La operación fue un tanto aparatosa y no muy común, ¿no?

Sí, yo tenía cáncer de hueso en el fémur izquierdo, sarcoma de ewing es el nombre científico. Lo que me hicieron fue quitarme mi fémur con el tumor y un poco de mi cuadriceps​, y me pusieron el fémur de un donante junto con mi peroné. Me quitaron el peroné derecho y lo injertaron dentro del fémur. Al ser un hueso muerto el que me ponían, no iba a funcionar así que por ese motivo tuvieron que ponerme mi peroné que es un hueso vivo. Y sí, soy la tercera persona en el mundo a la que se realiza esta operación.

¿Hace cuánto que lo superaste? ¿Y cómo te sientes ahora?

Pues en mayo terminé el último tratamiento que fue el de radioterapia. Empecé con quimioterapia, la operación y después radioterapia. Ahora lo que hago es rehabilitación todos los días y cada vez me siento más fuerte por suerte, después de todo lo vivido…

¿Qué supuso para ti ese momento en el que pisas el Urbis y posas junto el Primer Equipo en la foto? ¿Cómo lo viviste?

Dos años después volví a Madrid, para mí… la que considero mi casa; cuando pisé el Urbis me puse muy contento, me invadió una fuerza y una emoción tremenda, el haber posado con el Primer Equipo pues fue un gran honor. Quería agradecérselo mucho en parte a Recio, siempre estuvo ahí.. fue a buscarme en coche y todo el día del partido contra el Alcobendas. 

Quería añadir una cosa que normalmente la gente me pregunta mucho, que si lloré cuando me dijeron que tenía cáncer. No, no lloré…no soy de llorar, intento ser fuerte. La única vez que lloré fue cuando me dijeron que me quitarían el fémur, en ese momento lo primero que pensé es que no volvería a jugar al fútbol y me vine abajo… pero conocí un chico del hospital que le amputaron la pierna y ahí está jugando en su equipo de toda la vida. Si él puede, yo también y esa es una de las metas que me hacen levantarme cada mañana con ganas de luchar, la de volver a jugar como lo hacía antes, inclusive a un mayor nivel. Mucha gente que juega no valora lo que nos da el fútbol, después de esto lo valoro muchísimo, desde siempre me gustó un poco más que a mis compañeros, siempre veía que ellos iban a los entrenamientos así de cachondeo y la verdad es que eso está muy bien pero yo iba a un entrenamiento a hacer lo propio. Todo el mundo diciendo «qué aburrido entrenar y tal», y que va… a mí me encantaba, esa era la clave del partido que iba a hacer el fin de semana».

Y con este mensaje de agradecimiento, finalizaba Fabri su charla con nosotros: «También quiero dar las gracias a un exentrenador mío, Rubén… estos días que he estado se ha tomado la molestia de ir a verme y todo, y cómo olvidarse de Jorge Vallejo que me permitió estar en el banquillo viendo al Primer Equipo jugar y a todo su cuerpo técnico, y por supuesto, a ti también por darme la oportunidad de expresarme de esta manera. Como mensaje para la EDM diría que vivamos y disfrutemos de cada momento que nos brinda este bello deporte y la oportunidad de estar realizando algo que nos apasiona como es jugar al fútbol, y siempre… ¡Vamos Morata!»