Rubén Bermejo: “Si al chico no te lo ganas primero como persona, no le puedes exigir nada como jugador”

Rubén Bermejo: “Si al chico no te lo ganas primero como persona, no le puedes exigir nada como jugador”

Ruben Bermejo, entrenador del juvenil E

“Lo importante es que cuando los jugadores acaban de entrenar, lo hagan con ganas de volver”

Siendo uno de los técnicos más veteranos de la Escuela, en la que cumple su tercera temporada, defiende que la EDM sea bilingüe y destaca que la buena organización y la claridad de ideas de esta entidad son dignas de ser imitadas

  • “Soy igual de profesional dirigiendo a un equipo A que a un F, porque me encanta esto”

  • “El fútbol base se debería profesionalizar más, porque estamos hablando de la educación de chicos”

  • “Si buscáramos solo el resultado, habríamos ganado más partidos, pero los jugadores no hubieran aprendido cosas que el año que viene les puede servir”

  • “Que la gran mayoría te diga: ‘Rubén, cuando necesites un jugador, avísame’, me enorgullece; pienso que algo se ha hecho bien”

 Entrevista A rubén bermejo

Alejandro Posilio

Ingeniero de sistemas de 37 años, cumple su tercera temporada en la EDM, tiempo en el que ha dirigido a chicos pequeños (alevines), medianos (cadetes) y mayores (juveniles). Comenzó a dar patadas a un balón en su Asturias natal, para probar un año en Inglaterra, a donde se trasladó a trabajar. Regresó a España para formarse como entrenador en Madrid y dedicarle las tardes a su pasión: enseñar a jugar al fútbol. Por las mañanas es jefe de proyectos en una consultora tecnológica y su poco tiempo libre lo dedica a salir y disfrutarlo con su gente: “Tenemos una sola vida y hay que aprovecharla”. Esta temporada los resultados no están acompañando a su equipo, pero está muy contento con el grupo de chicos que le ha tocado, «muy sano y con muchas ganas de entrenar y mejorar». Ha propuesto que la Escuela sea bilingüe.

¿Cómo va la temporada?

Yo divido la temporada en dos aspectos, como formador y cómo entrenador de un equipo de la etapa de Rendimiento. Como formador va bien, porque el grupo es sano, son chicos que vienen con ilusión, con ganas de entrenar y que quieren mejorar. Pero como entrenador de un equipo de competición no puedo estar contento. Y así se lo comuniqué a la Escuela. Les dije a los responsables que si veían que el culpable de los malos resultados era yo, no tengo ningún problema en irme. Antepongo el beneficio mental de estos chicos, y si necesitan buscar otro tipo de entrenador que gane, me ofrezco voluntario a quitarme de en medio y no molestar. La Escuela me dijo que no buscan que estos chicos ganen una competición, sino que les formemos como personas y se les prepare para el año que viene, que pueden subir a categorías superiores en condiciones. Se buscan que los chavales aprendan los conceptos de la Escuela, sobre todo los nuevos, y que disfruten jugando.

¿Lo has hablado con tus jugadores?

Sí, también se lo dije a los chicos, a los que les cuento todo, porque si les escondes algo y luego se sabe, ya nunca van a confiar en ti. Los chicos me dijeron que ellos entendían que no había ningún problema conmigo, porque eran ellos los que, por distintas causas, no se habían acoplado a la categoría.

¿Por qué lleváis dos victorias y trece derrotas?

Futbolísticamente, porque hemos regalado bastantes goles y no hemos metido muchos de los que hemos tenido. Pero la razón fundamental es la falta de adaptación a la categoría. En el paso de cadete a juvenil o se está muy desarrollado físicamente o se nota mucho.  Los chicos mejoran con el día a día, pues son esponjas. Pero este año juegan contra rivales de 18 años que ya son hombres hechos y derechos. Un pequeño fallo de un jugador nuestro es mucho más aprovechado por el rival, que tiene mayor capacidad física y cognitiva, porque sus integrantes tiene dos años más. En esta categoría los errores se pagan mucho más que en las inferiores. El 95% de los chicos de este quipo son de primer año.

Entrevista a Rubén BermejoActualmente somos colistas. ¿Al final de la temporada cómo acabaremos?

Por su puesto que subiremos algunas posiciones. El último partido lo hemos ganado, pero no porque nos lo hayan regalado, sino porque supimos remontarlo. El camino es ese, saber competir y amoldarse a la categoría nueva, aunque sea difícil. Hemos jugado contra algunos equipos que ni por asomo tienen nuestro nivel. Y está mal decirlo siendo los colistas. El otro día, un padre del equipo rival le dijo a un padre de los nuestros que era imposible que fuéramos los últimos jugando como jugamos. A mis jugadores les insisto en que diferencien entre sensaciones y hechos. Una sensación es que jugamos bien y podemos meter goles y competir. Pero los hechos son que somos colistas, y para un equipo de la etapa de Rendimiento no es la mejor noticia. El otro día les enseñé una gráfica en la que se veía que más abajo no podemos estar. Ahora solo podemos subir, que es lo que vamos a hacer tras la última victoria. El equipo necesitaba un poco de positivismo a efectos de resultados, que no de grupo.

¿Cómo se anima a unos jugadores que no están teniendo suerte con los resultados?

El año pasado tuve el caso contrario. Dirigí un equipo ganador a efectos de resultados. Siempre estuvimos arriba y al final incluso ascendimos. Pero yo no puedo venir a dar palos, y así se lo dije al director deportivo. La forma en la que algunos entrenadores de nuestros rivales se dirigen a sus chicos no me parece la más correcta. Si al chico no te lo ganas primero como persona, no le puede exigir nada como jugador. Primero es la persona y luego es el jugador. A los chicos les digo que entiendo que estén jodidos por los resultados, pero  que les voy a enseñar cosas para que mejoren. No se les debe decir nunca que son malos, porque no les va a ayudar en nada. Simplemente les explico y les envío vídeos donde ven sus actuaciones. Los futbolistas no son tontos y saben cuándo lo hacen bien y cuando, mal. Les digo que tienen que competir incluso cuando están en casa. Tienen que pensar en las jugadas que han protagonizado y reflexionar sobre si hubieran hecho otra cosa que hubiera resultado mejor. Es un aprendizaje que deben tener. Les comento que confío en ellos y que lo que les digo siempre es para mejorar, porque todos podemos mejorar.

¿Y se animan?

El resultado más importante para mí es que vienen a entrenar con ilusión, y por lo que les veo, y llevo ya años como entrenador, se marchan felices. Los chicos tienen en el fútbol su válvula de escape, y cuando se van, se les nota que les has exigido, pero lo hacen con ganas de volver, que es lo más importante.

¿Una situación como la actual para el entrenador es dura?

Para un entrenador de una etapa de rendimiento, sí. Todo entrenador quiere ganar y tiene que transmitir a sus chicos ese deseo de ganar. Lo importante es cómo lo transmites y qué valores transmites. Para mí no sirve ganar de cualquier manera. Hay que respetar las reglas del juego en todo momento. Son deportistas y siempre se quiere ganar, pero si hay un mínimo atisbo de no deportividad, no se puede permitir. Hay que ganar, pero deportivamente.

¿Estás contento con el trabajo y esfuerzo de tus jugadores?

Sí, sí, porque la evolución es clara, aunque resultadistamente, no. Comparando el primer partido de pretemporada y último de liga, se nota el cambio, se ve que van asumiendo los valores de la Escuela. Y eso me satisface. Pero, vuelvo a decir, pienso que un jugador juega a una competición, por lo cual, quiere ganar. Si fuéramos buscando solo el resultado, seguramente hubiéramos ganado más partidos, pero no hubiera aprendido cosas que el año que viene les puede servir.

¿Con otro entrenador hubieran ganado más partidos?

Sí, absolutamente seguro. Un entrenador cualquiera de fuera que no conozca los principios de la Escuela, completamente libre, sería mucho más resultadista y seguramente hubiera ganado más puntos.

Rubén Bermejo nos cuenta sus secretos¿Cuéntame cómo empezaste en esto del fútbol?

Vengo de Asturias y he jugado al fútbol toda la vida allí. He jugado en campos de tierra de verdad, con piedras y demás. Empecé a entrenar muy tarde, hace nueve años, no más, en el Juventud Estadio. Era el típico entrenador no preparado. Pero siempre he sido entrenador en el campo cuando jugaba. Era el que mandaba, eso sí, de buena manera. No era capitán, pero animaba y explicaba.  Siempre he tenido alma de entrenador. Me fui a trabajar a Inglaterra durante un año y allí jugué y entrené a un equipo sub 18 de Milton Keynes, donde trabajaba. Al año siguiente volví a España y me saque el título de entrenador, cuando conocí a Paco Gallardo, que fue el que me dijo que viniera aquí.

¿Cómo entraste en la EDM?

Él me daba clase en el curso de una asignatura, y un día hablando con él me ofreció venir a la Escuela. Vine a hablar con Jorge y con Guti. Era al final de temporada y estuve entrenando unos días con un juvenil. Fue en junio del 2012.

¿Cuál ha sido tu trayectoria en la Escuela?

Empecé con el Alevín F, de primer año, un grupo espectacular, no técnicamente, cosa que se puede entender, pero sí como grupo. Lo más importante para mí fue que al final de temporada, los chicos me dieron un regalo, que era un vídeo, y pensé que estos chicos si te regalan algo, y no fue obligado, es que has dejado una huella positiva. Tengo un recuerdo muy bueno de ellos. Cuando los veo por aquí, me saludan y me alegra. El año pasado estuve con el Cadete E, y pasó algo parecido. Los chicos me saludan cuando me cruzo con ellos. No se puede contentar a todos, pero que la gran mayoría te diga: ‘Rubén, cuando necesites un jugador, avísame’, me enorgullece; pienso que algo bien se ha hecho.

¿Qué tal la experiencia tras casi tres temporadas en la EDM?

Lo digo mucho en casa; comparo el primer día que entrené a los alevines con la actualidad, y ha pasado un mundo. No lo puedo negar, he aprendido mucho aquí, incluido el modelo de juego, y enseñarlo bien es complicado. Aquí he aprendido a enseñar nuestro estilo de juego, cosa que en otro sitio hubiera enseñado de otra manera. No significa que sea mejor o peor, pero sí más claro y más fácil para el entrenador.

¿Qué es lo mejor de esta Escuela?

El organigrama, cómo están todas las cosas estipuladas. Conozco otros clubes y veo barbaridades. Y ver aquí cómo está implantada la Escuela es un modelo a seguir. Tenemos coordinadores, fisios, recuperadores, entrenador de poteros, psicólogo, cosas que otros clubes no tienen. Ahí es cuando te das cuenta de la diferencia. Mucha gente es consciente de ello cuando se va de aquí. Puedes ir a un equipo puntero que gane, pero no te enseñan a entrenar de una manera ideal.

Entrevista a Rubén Bermejo¿Y lo peor?

Me gustaría que se hiciera algo para poder enseñar inglés. Por suerte o por desgracia, la globalización impone el inglés. Propuse que en la Escuela pudiéramos hablar en inglés a los chicos, porque les ayudaría. Me gustaría que la EDM fuera la primera escuela bilingüe de fútbol. Pero entiendo que puede ser difícil para algunos. Pero puede ayudar a mejorar.

 ¿Qué diferencias ves entre la EDM y los otros clubes en los que has estado?

Aquí se tiene las cosas claras. En otros clubes o escuela depende mucho de cómo vayan los resultados o cómo sople el viento. Aquí no pasa eso de que se pierden los primeros diez partidos y se echa al entrenador para traer a otro completamente diferente, porque se pensó que lo que había antes era malo y lo que viene es lo mejor. Pero también puede perder más partidos y terminar igualmente en la calle para que venga un tercero. En eso sitios no hay modelos ni nada claro. Aquí no te engañan, te dicen lo que se busca. Y si no te gusta, te vas ya está.

¿Se trata aquí bien a los entrenadores?

No tengo ninguna queja. Tengo mis coordinadores, me comunico con ellos perfectamente. He conocido y tratado con cada uno de ellos en las distintas categorías, y la verdad es que no tengo ninguna queja. Cuando tengo una duda, pregunto y me contestan.

¿Tenéis libertad suficiente?

En el fútbol no hay limitaciones. Aquí nadie dice que tienes que hacer cien veces eso. Lo que te dicen es que nos gustaría que la gran mayoría de veces se usara el fútbol de una manera, pero no te dicen que siempre tienes que hacer esto y nunca lo otro. Si un futbolista en un segundo tiene que pensar en mil cosas, no le puedes decir que lo haga solo en dos. En la Escuela nos dicen que gusta el juego elaborado desde atrás, sacando la pelota en corto, apoyándose en los mediocentros, no el pelotazo fácil. Y no te dicen que si juegas alguna vez en largo está mal hecho. Al futbolista a veces tienes que decirle que le pegue un pelotazo si está rodado de tres contrarios. Eso es libertad.

¿Qué pensaste cuando te dijeron que tenías que dirigir un equipo E y no un equipo A?

No es nada extraño. Como me gusta entrenar a mayores, quería probarme entrenando a mayores en España. Nunca es igual. A un niño pequeño le puedes engatusar y enmascarar algunas cosas, aunque seas su modelo, pero uno de 17 o 18 años piensa y cuestiona lo que le dices, y te buscan en un renuncio. Con esas edades hay que decirles lo que hay a la cara, pero de buenas maneras.

Entrevista con rubén Bermejo¿Vienes igual de estimulado que si tuvieras que entrenar a un A?

Siempre lo digo: soy igual de profesional dirigiendo a un equipo A que a un F, porque me encanta esto, y como me gusta, me sale. Si no me gustara, me tendría que esforzar para hacerlo bien. Pero como no es el caso… los dirijo exactamente igual.

¿Qué objetivo tienes en la Escuela?

No busco ningún anhelo, ni nada especial. Soy un entrenador de la Escuela al que le dicen: ‘hay que entrenar a este equipo esta temporada’, y yo lo hago. A veces te piden ayuda para algo especial, y también la presto.

 

Entrevista con Rubén Bermejo

“Me gusta que me reten y me exijan”

Partidario del fútbol de combinación que se practica en la EDM, reconoce que este estilo tiene más riesgos, especialmente en la categoría juvenil por la diferencia física.

¿Eres un convencido del fútbol de combinación?

Por descontado. Es más, hemos perdido partidos porque hemos pedido a los chicos que realicen un fútbol que les exige más técnicamente. De ahí vienen los errores que en esta categoría son más perjudiciales. Con niños pequeños, cuando pierden el balón, al rival le cuesta más llegar a tu área; en juveniles, si lo pierdes cerca de tu área, el rival se planta en ella en nada.

¿Es más difícil de entrenar y de aprender?

Claro, porque exige más. Todo aquello que exige más aprendizaje requiere que el jugador esté más atento de lo que ya tiene que estar. Sabe que si comete un error, puede propiciar una ocasión clara de gol del rival. Pero es ahí cuando un gestor de grupos tiene que enseñarles una máxima que yo llamo IACO: identifica el error, admítelo, corrígelo y olvídalo. En este juego hay muchos IACOs, y cuando suceden, hay que explicarles los fallos, pero no decirles que son malísimos.

Entrevista con Rubén Bermejo¿Qué prefieres entrenar a niños o a adultos?

Los dos tienen cosas buenas, pero soy más de mayores, porque te retan más. Y un entrenador necesita que le reten continuamente. Si preparas un ejercicio y sale mal, los jugadores te tienen que demostrar que está mal diseñado. Pero si sale bien, hay que buscar otro que perfeccione el anterior. Y con los pequeños es más difícil buscar la perfección, porque su capacidad cognitiva es menor. Me gusta que me reten y me exijan.

¿Qué tal las relaciones con los padres?

No sé si he tenido suerte, porque he tenido excelente relación con ellos. Sé que hay casos en que protestan, pero a mí nunca ha venido ninguno a quejarse. El año pasado hubo un padre que me quiso predisponer hacia su hijo, siempre con buenas maneras, pero nunca he tenido problemas.

¿Hay diferencias entre los padres de niños pequeños y los de los adultos?

La única que veo es que este año los padres de los juveniles, a lo mejor por los resultados, han venido menos a ver a sus hijos.

 

Entrevista con Rubén Bermejo

“Con los chicos hay que saber cuándo dar y cuándo recibir”

Este ingeniero de sistemas asegura que para dirigir a jugadores adultos hay que saber gestionar grupos, y que él está aprendiendo mucho en la EDM.

¿Para dirigir a chicos de la edad de los juveniles hay  que poseer alguna característica especial?

Sí, hay que saber gestionar grupos. Es básico. Puedes conocer el fútbol, puedes ser un buen estratega, pero si no sabes gestionar grupos, vas mal. No se puede ser ni muy bueno ni muy malo con ellos. Hay que saber cuándo dar y cuándo recibir.

¿Pero hay que estar especialmente preparado?

Cuando empecé a entrenar era el típico entrenador que no estaba preparado. El fútbol base se debería profesionalizar más, porque estamos hablando de la educación de chicos, algo muy grande. Si en el colegio se exige que los profesores estén preparados, por qué no se exige en las escuelas o clubes que los entrenadores, que son los profesores en el campo, estén también preparados. Y si se está preparado, se deben pagar. Y no me refiero aquí en la Escuela, me refiero a todos los clubes.

Tu entrenador referente es…

Sería una mezcla. Por hablar de los de ahora, me gusta la pasión que transmite Simeone, el saber estar de Ancelotti, la seguridad con la que habla a los jugadores Guardiola y la gestión de grupo de Mourinho.

¿Y si tuvieras que elegir entre Mourinho y Guardiola?

Como no soy resultadista, tengo que tirar obviamente por Guardiola.

¿Cuáles son las claves del éxito del fútbol español de los últimos años?

Que se ha juntado una generación de jugadores espectacular. Con buena comida, bien se paladea.  Es cierto que un entrenador, Luis Aragonés, juntó un grupo en base a un tipo de fútbol determinado. Un entrenador ayuda, pero un grupo de excelentes jugadores es más decisivo.

Entrevista con Rubén Bermejo