Damián Mayoral, director jurídico de Migueláñez S.A., empresa patrocinadora de la EDM.
Este abogado profesional considera muy importante la labor social que realiza la Escuela y desea que la situación económica del país mejore para poder aumentar los años de colaboración, que comenzaron con la fundación de la EDM
Esta temporada, el anagrama de Migueláñez va impreso en las camisetas de juego y en los chándales.
Alejandro Posilio
La Escuela Deportiva Moratalaz ha renovado para esta temporada el acuerdo de patrocinio que tenía con la compañía Migueláñez, líder en la distribución de artículos de confitería y dulces. Esta empresa, que cuenta con 21 delegaciones repartidas por España y Portugal, cuenta con una plantilla estable de 400 personas, entre puestos directos e indirectos. El acuerdo contempla, entre otras cosas, una aportación económica a cambio de llevar el anagrama de la compañía en la camiseta de juego y en el chándal.
¿Por qué Migueláñez patrocina a la EDM?
Fundamentalmente, por dos causas. La primera, por la relación que tiene la Escuela conmigo. Poco a poco hemos metido a la empresa el gusanillo del patrocinio de los equipos modestos. Y segundo, en la evolución de la empresa cada vez han tenido más importancia las imágenes corporativas y un sentimiento de que parte de los beneficios que obtiene la compañía de la sociedad se los quiere devolver de alguna forma. Y una de estas formas se canaliza a través del apoyo al deporte aficionado, en este caso al fútbol y a la Escuela Deportiva Moratalaz, desde hace ya muchísimo tiempo.
¿Cuánto tiempo hace que Migueláñez patrocina a la EDM?
Desde que se fundó la EDM. Pero si le sumamos el tiempo que patrocinamos anteriormente al antiguo Club Deportivo Moratalaz, debemos llevar ya casi unos 20 años con esta relación de patrocinio.
¿En qué consiste el acuerdo entre Migueláñez y la EDM?
Básicamente, en la entrega de un dinero y la aportación de una serie de productos de nuestras actividades de alimentación para los eventos que organiza la Escuela, a cambio de un patrocinio y de llevar en la ropa deportiva el anagrama de la compañía. A esto hay que añadirle alguna inversión en publicidad que podamos hacer.
¿Cómo definiría la experiencia después de tantos años de relación?
Muy enriquecedora. Desde el punto de vista personal, estuve cerca de 17 años como directivo de esta casa. Y desde el punto de vista de la empresa, ha sido para mí una grata sorpresa ver la evolución de la misma a nivel corporativo, en cuanto a su evolución desde el punto de vista ético y profesional en estos campos del deporte aficionado. No estamos solo en el fútbol aficionado, sino también en otras actividades de carácter polideportivo. Respecto a la Escuela, este patrocinio nos permitió durante muchos años no solamente el mantenimiento y el trabajo diario, sino incluso pensar en evolucionar y expandirse, que es algo muy importante.
¿Y para la compañía también ha sido positivo?
Sí. Pero no porque se produzca un importante aumento de las ventas, pues para esto tiene que haber un gasto enorme de publicidad en el mercado, sino porque es cierto que nuestra empresa también es conocida por el mundo del fútbol. Siempre es gratificante cuando en algún sitio, incluso en los inhóspitos juzgados de Madrid donde me toca trabajar, alguien aparece diciendo: “¿Migueláñez? Vosotros tenéis un equipo de fútbol ¿verdad?”. Siempre es reconfortante oír esto.
Pero en época de crisis como la actual, este tipo de patrocinios es más complicado, lo que le da más valor a la decisión.
La verdad es que sí. Nosotros también hemos tenido que recortar muchísimos gastos, porque la situación económica del país obliga a ello, para mantener los puestos de trabajo de la compañía, que para nosotros es lo básico y fundamental. Para eso hemos tenido que sacrificar mucha esponsorización. Pero en este caso, aunque este año hay una pequeña reducción de nuestra aportación, lo importante es no romper el hilo. Y si llegan buenos tiempos, pues evidentemente se recogerán de nuevo los frutos económicos.
¿Existe la posibilidad de que el acuerdo se renueve durante más años?
Desde mi punto de vista, creo que sí. Pero nunca se sabe por dónde vamos a estar. Pero si reconducimos la situación a unos niveles de colaboración determinados y si la Escuela idea cosa para que MIgueláñez se beneficie, siempre será bueno para conseguir en un momento dado un patrocinio que se extienda más tiempo. Hemos pasado ya muchas crisis, y también nos toca pasar esta.
Migueláñez lleva patrocinado a la EDM desde que se fundó la Escuela.
¿Qué le parece a Migueláñez la actividad de la Escuela y la evolución que ha tenido?
La Escuela ha evolucionado de manera importante. Ya estoy apartado de su gestión, pero modestamente, estuve al frente de la Escuela desde el punto de vista deportivo cuando se creó y cuando se produjeron las fusiones. Y las bases fundamentales de lo que hay ahora se sembraron en aquella época. Sobre la evolución, no sé cómo ha ido, porque estoy al margen de su administración, pero evidentemente, se sentaron las bases suficientes como para que la evolución sea buena. L o que pasa es que siempre habrá que tocar palillos y completar cosas. Por ejemplo, ha sido una tristeza que el fútbol femenino haya desaparecido. Y me parece que en este punto se debería de arrancar para volver a ser lo que hemos sido.
¿Qué aconsejaría a la EDM?
Por su puesto, volver a tener una sección de fútbol femenino. Me parece básico, no solamente desde el punto de vista institucional, sino también desde el punto de vista comercial y de patrocinio. Es absolutamente básico tenerla. Y sobre todo, porque volveríamos a tener un punto de presencia para las instituciones de carácter político. El fútbol femenino está en auge. Mientras que vegetativamente el fútbol masculino no va a avanzar más, porque ya casi todos los niños juegan al fútbol, en las niñas existe un potencial de crecimiento del 80%. Y hay muchas niñas en Madrid a las que les gusta el fútbol, y hay muchas a las que les gustaría jugar al fútbol. Crear una escuela de fútbol femenino, desde un punto de vista político, es muy importante. Y desde el punto de vista de patrocino, también puede serlo. Evidentemente, hay que crear una estructura para llevarla a cabo, porque el fútbol femenino es fútbol, pero es femenino. Y eso tiene como consecuencia una serie de peculiaridades que, el que no las ha vivido, no las conoce.
¿Qué otros patrocinios tiene Migueláñez?
Participamos en otros eventos deportivos, como carreras ciclistas. Concretamente, patrocinamos La Vuelta a Castilla-La Mancha y la Vuelta a Toledo. También hemos patrocinado eventos de la Federación Madrileña de Fútbol, con la que participamos en todas sus galas oficiales. Asimismo, patrocinamos muchos torneos de caza y pesca. Existe un ámbito de patrocinio deportivo y otro no deportivo. En este último, Migueláñez patrocina campañas de carácter social benéfico. Todos los años elegimos en Navidades una serie de asociaciones a las que se les ayuda con campañas comerciales de recogida de fondos para ellas, casi todo ellas están relacionadas con el mundo de la infancia. La última fue una campaña para el tratamiento de enfermedades raras cardíacas en niños. También tenemos la Fundación Theodora, con la que colabora la Escuela Deportiva Moratalaz. En este aspecto, no hay crisis que valga y hacemos siempre lo máximo por devolver a la sociedad un poquito de lo que le da la sociedad a la empresa.
¿Qué le parece a la compañía el lema de la Escuela: el fútbol más que un juego? ¿Se identifica con él?
Sí, por supuesto, porque es más que un juego. Incluso para muchos chavales es una forma de vida. Y, por otro lado, es una Escuela de la vida. Y, en algunos casos, y yo les tuve en esta Escuela, algunas veces les ha salvado la vida, que es muy importante.
¿Y como conclusión?
Me gustaría resaltar que estoy muy contento de poder conseguir que Migueláñez sigue estando presente en la Escuela Deportiva Moratalaz, y que dentro de las posibilidades de la empresa y de las mías personales estamos a disposición de la EDM en lo que se pueda hacer.
