Carlos Trapero, subir y tocar el cielo

Carlos Trapero, subir y tocar el cielo

Si hubo un claro protagonista a destacar en la victoria del Aficionado B frente al EF Rivas Vaciamadrid A, ese fue Carlos Trapero Sanz. Hemos charlado con el extremo del Juvenil A, que anotó dos de los tres tantos que no solo sirvieron para sumar una necesitada victoria al casillero, sino para mucho más.

Desde el 16 de octubre de 2016, el conjunto dirigido por Raúl León y Carlos Ruiz, no lograba el triunfo. Un total de 6 jornadas (5 derrotas, 1 empate) sin saborear el éxito de lograr los tres puntos. Para desquitarse de esa mala racha, contaron con un invitado de gala aquella mañana del 4 de diciembre en Rivas. Un juvenil que normalmente juega de extremo, por banda derecha, fue el talismán para que el Aficionado B regresase a la buena senda.

En los 8 partidos que había jugado con el Juvenil -5 de ellos como titular- no había logrado ningún gol. Unas cifras que no impidieron a Carlos subir con los Senior y demostrar su valía y olfato goleador. Trapero nos cuenta cómo recibió aquella llamada de su coordinador: “Efectivamente, me llamó Guti el viernes para ver si podía ayudarles y por supuesto les dije que sí, yo encantado”.

“Jugué de titular, unos 75 minutos y tuve la suerte de que los dos tiros que hice, fueron gol”

Carlos Trapero, subir y tocar el cieloTrapero nos relata con alegría y satisfacción en su mirada, cómo se cocinaron las dos dianas que tuvieron mismo asistente: “Las dos asistencias fueron de De Grado. Una que me pasó, la orienté con el pecho y se la crucé de volea a la escuadra. Y el segundo, en otro pase suyo, vi al portero adelantado fuera del área y se la pegué por arriba. Fue un debut soñado, la verdad”. Esos goles tuvieron dedicatoria especial en la grada: “Le dediqué uno a mi tío que no pudo ver el primero y me dijo que tenía que marcar el segundo, y así fue”, decía repleto de felicidad.

Ya en el vestuario y celebrando el triunfo, recibió las felicitaciones de la plantilla: “Mis compañeros del Aficionado B me dijeron que volviera” (risas). Y así fue cómo la sonrisa de Carlos que abarcaba de oreja a oreja, dio por finalizada esta charla. Un ascenso de Juvenil a Aficionado que sirvió para que Trapero tocase con la EDM el cielo del fútbol por dos veces.