La expedición que puso rumbo a tierras danesas estaba formada por Carlos Rodríguez, Álex Hernández, Abel Pastor, Álex Carballo, Jorge García y Miguel Barrio. Los tres últimos con experiencia del año anterior en el mismo Camp. Nuestros chicos de la Escuela nos cuentan cómo vivieron esos días llenos de fútbol, anécdotas y sobre todo buenos momentos para el recuerdo: “Nos hospedamos en un albergue muy cerca del centro y un poco más alejado de nuestros campos de entrenamiento, pero la organización nos puso unas bicis que nos venía muy bien para hacer el calentamiento”, cuenta Miguel.
Comenzaban la mañana de entrenamiento con sesiones divididas de 9:00 a 12:30 y de 13:30 a 15:00. Entre medias tenían ‘breaks’ para que los jugadores pudieran descansar, comer algo e hidratarse. De 12:30 a 13:30 tenían tiempo para comer en el comedor del club, donde había variedad de productos daneses. En ese preciso momento es cuando Álex Carballo nos cuenta: “Para nosotros era pronto. No estamos acostumbrados a comer sandwiches de paté o ensaladilla rusa, o simplemente mantequilla, mermelada o Nutella…jajaja pero algunos sabíamos lo que había de años anteriores e íbamos prevenidos. Jorge llevó un buen surtido de embutidos de aquí que nos sirvieron de ayuda”. ¡La experiencia es un grado!
Cuando finalizaba la jornada de entrenamiento, a las 15:00, el cuerpo técnico se desplazaba al albergue a ducharse. También había tiempo para hacer turismo -ya que el tiempo acompañó durante la estancia- hasta las 19:00, hora en la que se juntaban con el otro grupo de españoles para cenar.
«La posibilidad de hacer lo que adoras saliendo de tu zona de confort habitual te aporta otras posibilidades y perspectivas que te nutren como profesional»
El Camp de Skiold constaba de 180 niños, repartidos desde los 6 años hasta los 14. Los jugadores estaban divididos en 10 grupos y cada día los 5 entrenadores tenían 2 grupos de jugadores diferentes. Por otro lado, Álex Hernández hacía la tecnificación de porteros, el cual destaca: “Era mi primera experiencia como entrenador en otro país y tenía algo de miedo a mi inglés. Pero para nada fue un problema, tenía 2 traductores/ayudantes que se portaron genial conmigo (Cris y Anthony). Al principio me apoyaba más en ellos pero con el paso de los días me fui soltando, el idioma de los porteros es universal (risas). Acabé entendiéndome a la perfección con los niños daneses”, nos dice.
Según cuentan nuestros entrenadores, el nivel de los grupos era muy homogéneo lo que facilitaba el entrenamiento, aunque lo que más les gustaba sin duda era hacer juegos. El último día tenían preparada una guerra de agua, que no se suspendió a pesar de la lluvia incesante y como colofón final, tenían una gran variedad de tartas hechas por mamás y papas de los jugadores.
Si en algo coinciden todos es en la grandísima experiencia que ha supuesto para ellos. Tanto aquellos que iban de primeras (Álex, Abel y Charli) como los veteranos (Jorge, Miguel y Álex Carballo). Todos ellos destacan la practica del inglés aplicada al fútbol, las ganas de aprender que demuestran los niños y de divertirse.
Y, por supuesto, de la gran convivencia que se realiza durante esos días entre entrenadores, tanto españoles como daneses. Una oportunidad concedida por Fútbol In Events a la que cada persona que acude, regresa a España recomendándola y queriendo volver el próximo año.
